Perfil
Héctor Gómez, un socialdemócrata dialogante
El nuevo ministro, apasionado del deporte, trabó buenas relaciones con la oposición durante su etapa de portavoz parlamentario del PSOE
Sánchez nombra a Héctor Gómez y José Manuel Miñones como ministros de Industria y Sanidad
Seis ministros resisten con Sánchez desde 2018 tras el octavo ajuste del Consejo de Ministros
Héctor Gómez Hernández (Santa Cruz de Tenerife, 1978), nombrado este lunes nuevo ministro de Industria, Comercio y Turismo en sustitución de Reyes Maroto, culmina a sus 44 años una carrera política que comenzó hace justo veinte años, cuando se afilió al PSOE, y ... que le ha llevado por distintos puestos de responsabilidad, desde el ámbito municipal (fue teniente de alcalde de Guía de Isora entre 2007 y 2015, una experiencia muy próxima los ciudadanos que siempre reivindica, y en la que vivió cómo un vecino desesperado llamaba a su puerta un domingo, advirtiéndole que pensaba suicidarse porque no encontraba trabajo y tenía varios hijos) hasta la mesa del Consejo de Ministros.
Es la segunda vez que Pedro Sánchez le confía un puesto de responsabilidad en la presente legislatura, tras hacerle portavoz del Grupo Socialista en el Congreso en el verano de 2021, en sustitución de Adriana Lastra, quien un año después abandonaría el resto de sus cargos orgánicos y pondría fin a su carrera política. Apenas duró un año en el cargo, hasta ser sustituido por Patxi López, un perfil antagónico al suyo en el desempeño parlamentario, dada su aversión a las grandes soflamas desde la tribuna, tan caras a su sustituto, como pudo comprobarse la semana pasada en el debate de la moción de censura.
Su periodo como portavoz no fue fácil, pero muchos martes terminaba presumiendo en privado de que, aun in extremis, se habían salvado las votaciones importantes del pleno semanal. Le tocó vivir la tormentosa negociación de la reforma laboral, y la agónica votación en la que solo el célebre error del exdiputado del PP, Alberto Casero, permitió al Gobierno de coalición salvar una de sus leyes estrella.
Pese a las veleidades de la vicepresidenta segunda y titular de la cartera de Trabajo, Yolanda Díaz, ahora compañera de Gabinete, convencida de que habría acuerdo con los socios habituales del Ejecutivo, el PNV, ERC y Bildu, Gómez, siempre pragmático, no se llamó a engaño y supo desde el primer momento que no se podía contar, en esta ocasión, con esos apoyos. «Dependerá de los navarros» contestaba a todo aquel que le preguntaba por el curso de la negociación, cuando pocos podían prever que el apoyo de los dos diputados de UPN, Sergio Sayas y Carlos Adanero, podría ser clave. Aunque al final ambos, hoy en el PP, desobedeciesen a su partido y pulsasen el botón del No.
Casado y con una hija pequeña que hace sus pinitos como futbolista, de la que la actividad política en Madrid le ha mantenido más alejado de lo que desearía, Gómez es un apasionado del deporte, especialmente de la bicicleta de montaña, que practica en los parajes de sus islas natales. Aunque en el último año una lesión de rodilla ya superada le ha tenido en el dique seco. De su carácter dialogante da prueba su buena relación durante su tiempo de portavoz parlamentario con sus homólogos en el Grupo Popular, Cuca Gamarra, y en Vox, Iván Espinosa de los Monteros. Incluso, al contrario que muchos compañeros de bancada, es capaz de hablar en tono distendido con Santiago Abascal, con quien comparte su devoción por mantenerse en forma.
Se curtió como parlamentario, antes de llegar a portavoz, en la comisión de Exteriores de la Cámara Baja, y allí mostró su perfil combativo con la oposición, pero siempre encuadrado en el sector más centrista o socialdemócrata del PSOE. Poco amigo de los nacionalistas catalanes y vascos (su interlocución con ERC no fue precisamente la mejor) Gómez es un firme convencido de que uno de los graves errores del Gobierno de Mariano Rajoy fue el de perder la batalla del relato fuera de España frente a los independentistas durante el procés.
Las competencias que asume ahora, singularmente las de Turismo, no son nuevas para quien no en vano es diplomado en esa especialidad, además de licenciado en Derecho. Y para quien por su comunidad de origen sabe bien de la importancia económica de ese sector. Además, fue director general de Turespaña entre 2018 y 2019.
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«Para mí, presidente, lo más importante es ser buena persona», le dijo a Sánchez en una conversación en La Moncloa. En su perfil de WhatsApp siempre hay, invariablemente, alguna foto de su hija. Una de las últimas con una camiseta que le regaló el Tenerife femenino, con el número 4 y su nombre a la espalda. Ahora, metido de nuevo en la primera línea política, volverá a lamentar el tiempo que su actividad le roba a la vida familiar.
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