Guerra de cifras en la manifestación contra la amnistía: 60.000 asistentes de diferencia entre los datos del PP y el Gobierno

En este acto convertido en mitín, que ha contado con la presencia de los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy, el líder de los Populares, Alberto Núñez Feijóo, ha llamado a los ciudadanos a votar masivamente el próximo 9 de junio en los próximos comicios: «Hay que hacer de estas elecciones la mayor manifestación que ha existido en España. El 9 de junio tenemos que decir no a la desigualdad, a la injusticia, al abuso, a los desmanes, a la mentira, al 'puto amo'», ha pedido el líder de la oposición.

Sin embargo, al igual que había sucedido en convocatorias anteriores, la concentración ha provocado una nueva pelea de cifras entre los organizadores y el Gobierno. Según la Delegación del Gobierno en Madrid, la asistencia máxima de personas en la Puerta de Alcalá ha sido de 20.000 manifestantes, pero el Partido Popular la ha cifrado en casi 80.000 personas, cuadriplicando así las cifras oficiales.

Una asistencia que desde la cuenta oficial del PSOE en X (antes Twitter) han calificado de «pinchazo»: «El #PinchazoFeijóo es un hecho. Los asistentes no llegan ni a la mitad de su última convocatoria. Nueve veces menos que en noviembre del 2023», han escrito.

Fuentes del PP aseguran a ABC que no es una sorpresa que la Delegación del Gobierno de Pedro Sánchez quiera «rebajar la magnitud de la asistencia del acto» y les acusen de «pinchar» cuando ellos presumían de convocar en Ferraz a la mitad de manifestantes hace apenas unas semanas: «Si les parece poca la afluencia la de hoy, les invitamos a que la igualen o mejoren la semana que viene».

Se trata de un nuevo encontronazo de cifras tras el que se vivió en las manifestaciones contra la amnistía del pasado mes de noviembre. Entonces, el centro de Madrid volvía a llenarse banderas nacionales y pancartas contra el presidente tras la llamada a la movilización de las plataformas Libertad y Alternativa, S'Ha Acabat o Sociedad Civil Catalana, entre otras.

Entonces, según los organizadores, «casi un millón» de personas protestaron en las inmediaciones del Palacio de Telecomunicaciones de la capital española, abarrotando la Plaza de Cibeles. Una cifra que el Gobierno se encargó de minimizar, asegurando que habían acudido en realidad unos 170.000 asistentes.