Guardiola, presidenta de Extremadura con el apoyo de Vox: «Quiero ser juzgada por mi labor, no por mi género»

El malabarismo político, consciente, realizado este jueves por Guardiola en su discurso de investidura al no nombrar a Vox más que en una ocasión centró las primeras réplicas de los partidos políticos en la segunda sesión del debate. Se lo afeó el PSOE y también su futuro socio de gobierno. Incluso Podemos. Objetivo cumplido por parte de la popular, que logró demostrar, sin decirlo, que Vox, a pesar del acuerdo, no será protagonista de su Gobierno, como no lo fue en su discurso.

De hecho, los de Abascal no se sintieron heridos en exceso, pues confirmaron su apoyo a Guardiola, votando a favor de su investidura como estaba pactado. Ni un paso atrás. Ángel Pelayo Gordillo, líder de Vox en Extremadura, pidió, eso sí, fondos para el área que asumirán dentro del equipo de Gobierno. «Señora Guardiola, en su discurso de ayer observé una laguna llamativa. No hizo mención apenas al acuerdo suscrito entre nosotros. Esperamos que las competencias que vamos a asumir cuenten con los medios materiales necesarios para su desarrollo», dijo Gordillo, cuya formación asumirá la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural, de nueva creación que, en palabras de Irene de Miguel, líder de Podemos, es un tercio de la antigua consejería.

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Fue Fernández Vara, expresidente y líder socialista, el primero en tomar la palabra. Lo hizo, como el día anterior había hecho su sucesora, con un tono conciliador, ofreciendo su mano para llegar a pactos en áreas transversales como el agua o la estabilidad, pero reivindicando al mismo tiempo que deja una región próspera y con buena salud económica. Datos que repasó y que Abel Bautista, portavoz del Grupo Popular, se encargó de desmentir.

«Su desidia ha hecho que ocupemos los últimos puestos en los ranking de empleo o prosperidad. Ha asumido usted hoy aquí el discurso sanchista: pandemia y Ucrania. Pero de asumir responsabilidades, nada», dijo el portavoz, que le afeó que prometiera muchas cosas y que callara luego ante los desplantes de Pedro Sánchez.

La propia Guardiola aprovechó su intervención del día para responder a los que la habían acusado de haber pactado con la ultraderecha y de no dimitir tras haber dicho que nunca lo haría. «Me podía haber marchado, pero he decidido quedarme por los extremeños», dijo la popular, que insistió en la bajada de impuestos y en que asumirá personalmente las competencias de Igualdad, para que no haya retroceso en los derechos de las mujeres.

«Quien mete miedo a los extremeños es usted, señora De Miguel (Podemos). Y ustedes, señores del PSOE, les escucho mucho hablar de la ultraderecha, pero nunca lo hacen de la ultraizquierda. El acuerdo que surge de esta cámara no supone ninguna amenaza para los extremeños. Dejen de envolverse en esa pancarta apocalíptica», dijo la futura presidenta, que lo fue poco después, cuando se produjo la votación.

Elección en la que no hubo sorpresas y que se resolvió con los votos a favor (33) del Partido Popular y Vox (28 de los populares y 5 de los de Abascal) por los 32 en contra de PSOE (28) y Podemos (4). Resultado ajustado pero que le sirve a Guardiola para convertirse en la primera presidenta de Extremadura.

Su voto en contra fue la última acción de Fernández Vara como diputado extremeño, pues el socialista confirmó que lo que ya había dejado caer después de las elecciones y de lo que se había arrepentido momentáneamente cuando se enredó el pacto entre PP y Vox. Se va y deja la política. «No he venido a estropear ni sus planes ni su vida», dijo en una última intervención cargada de emoción.