El Gobierno calla con la negativa de Cataluña a apoyar el reparto de menores inmigrantes
La Generalitat pone en entredicho los datos que ofrece el Ejecutivo: utiliza cifras «equivocadas»
Las autonomías del PP ya trabajan en su plan B por si Vox rompe las coaliciones: «Hemos aguantado muchos insultos»
Mariano Alonso y Daniel Tercero
Madrid / Barcelona
El Gobierno que preside Pedro Sánchez no deja de poner el grito en el cielo ante cualquier actitud de rechazo a las políticas migratorias, y en particular las de reparto entre comunidades de los inmigrantes, menores o no, llegados a los territorios que más ... sufren la presión migratoria, como las islas Canarias o las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Las acusaciones de racismo o xenofobia suelen salir fácilmente de la boca de ministros y dirigentes del PSOE. Salvo cuando quien trata de torpedear esas medidas es uno de sus socios, como ocurrió con la abstención del Gobierno en funciones de Cataluña, controlado por ERC, al acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las autonomías del Partido Popular sobre la reubicación de menores no acompañados.
Ayer el Ejecutivo calló ante ese hecho, y eso que los pasillos del Congreso de los Diputados estuvieron plagados de relevantes miembros del Consejo de Ministros. Pero el ardor mostrado otras veces contra Vox en esta materia pasó a mejor vida. Este mismo año, el Ejecutivo llegó a aceptar negociar la transferencia a Cataluña de las competencias en materia de inmigración, como le hizo firmar Junts como precio para apoyar dos de los primeros decretos que llevó a las Cortes tras la investidura de Sánchez en noviembre.
En este sentido, el reparto por el resto de España de los menores extranjeros no acompañados (menas) que están en Canarias ha puesto de manifiesto las similitudes de los partidos independentistas catalanes con Vox en materia de inmigración. Tanto ERC, desde el Govern, como Junts, con su posición de fuerza en el Congreso, han defendido rechazar la acogida de menas en la comunidad. De hecho, solo Cataluña dejó de apoyar la decisión del Gobierno sobre este asunto en la reunión de la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia celebrada el miércoles en Santa Cruz de Tenerife.
Bajo la excusa de que «las cosas se tienen que hacer bien», Carles Campuzano, consejero en funciones de Derechos Sociales, reiteró ayer, en Catalunya Ràdio, la posición de la Generalitat, al negarse a aceptar el acuerdo alcanzado en la Conferencia para repartir 400 menas que están registrados en Canarias. Campuzano alegó que, según sus datos, el Gobierno maneja cifras bajas respecto al número de inmigrantes que la región ha aceptado este año. «El Estado sigue utilizando una cifra equivocada de 1.417 jóvenes», dijo, para añadir seguidamente que, en realidad, la Generalitat lleva acogidos 2.369 menas y más de 4.000 mayores de 18 años.
Una discrepancia que también manifestó el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. En los pasillos de la Cámara Baja, este exigió al Ejecutivo que aporte datos «exactos» sobre el número de menas que se han acogido en Cataluña. Se sumó a la opinión de Campuzano al apuntar que lo que se pide desde Barcelona es que «los datos sean verídicos y reales». Y puso en duda, también, como el consejero autonómico, las cifras que está dando por válidas el Gobierno.
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Por esta diferencia de datos y que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no haya dado respuesta a la situación de tensión que se estaría viviendo en Cataluña, el consejero confirmó que se abstuvo en la reunión de Tenerife. «Que el reparto se haga en base a los datos actualizados de las personas que se acogen», advirtió, como paso previo para que la Generalitat acepte la medida de reparto de menas en la región.
En cualquier caso, Rufián añadió que «ahora bien, yo lo que le pediría a todo el mundo es que dejáramos de hablar de los niños y niñas no acompañados que llegan a este país muchas veces en condiciones infrahumanas como si fueran paquetes de Amazon. No lo son, merecen un respeto y una dignidad; esto es de primero de humanidad«.
Por su parte, Junts, socios del PSOE como ERC, se sumaron a la crítica de la Generalitat. Míriam Nogueras, portavoz del partido de Carles Puigdemont en el Congreso, dijo, en declaraciones a los periodistas, a las puertas de la Cámara Baja, que «algunos están confundiendo solidaridad con abuso e imposición», en referencia a la medida propuesta por La Moncloa.
Nogueras defendió que, en su opinión, «Cataluña vuelve a ser de nuevo, como siempre, la comunidad que más se tensiona» por el reparto de menas. Cargó contra los socialistas: «De nuevo, el PSC y el PSOE han preferido pactar con la derecha española, con el PP, antes que hacerlo con Cataluña». Y avisó: «Veremos cómo acaba».
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