La gerente cesada dice ser la «cabeza de turco» de Tragsa para tapar las «anomalías» en la selección y contratación de Jésica

Martín es hasta el momento la única empleada de la empresa cesada por el escándalo. La dirección de Tragsatec, filial del Grupo Tragsa, la considera responsable de la supervisión de Jésica mientras estuvo adscrita a la Presidencia de Adif, liderada en ese momento por Isabel Pardo de Vera, que a todas luces fue, como mínimo, deficiente. La propia Jésica declaró ante el Tribunal Supremo que durante los seis meses que estuvo en la nómina de Tragsatec como auxiliar administrativa nunca fue a trabajar, pero ingresaba el salario mínimo interprofesional.

Antes, estuvo contrada durante dos años en Ineco y allí tampoco realizó ninguna labor. A juicio de Martín, Jésica fue contratada después en Tragsatec para «dar continuidad» a su 'trabajo' en Ineco, porque no podía seguir allí por derecho laboral. En su comparecencia este lunes en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado, ha denunciado que el presidente de Tragsa, Jesús Casas, le forzó a dimitir un día antes de la declaración de Jésica en el Supremo, el 27 de febrero, como «medida preventiva» y «cortafuegos» para poder frenar la investigación en marcha. «Me dicen que, para evitar daños reputacionales a la empresa, tengo que hacer un sacrificio y poner mi cargo a disposición», ha denunciado. Según ha desvelado, le dictaron palabra por palabra lo que tenía que poner en el correo para su 'cese voluntario'.

La primera y única perjudicada en Tragsatec por el 'caso Jésica' se considera víctima de un intento de Tragsa por desviar del foco de atención la selección y contratación de la «sobrina del ministro» y ponerlo en la supervisión y el seguimiento de su trabajo en un proyecto de Adif. «Yo era la persona idónea para ello porque tenía un cargo intermedio», ha señalado la gerente de Desarrollo Rural y Política Forestal de Tragsatec cuando Jésica accedió a su puesto. Martín ha incidido, sin embargo, en una «serie de anomalías» en su contratación, que no estaba entre sus funciones.

La primera, los requisitos para la vacante. Entre el 26 de noviembre y el 22 de diciembre, el día que se abrió la primera ventana de contratación, hubo una definición de los criterios entre el director del proyecto de Adif, Ignacio Zaldívar, y su interlocutora en Tragsatec, Virginia Barbancho, quien la pasada semana declaró en la Cámara Alta haber recibido presiones para hacer la «vista gorda» con el fichaje de Jésica, pero no cedió. Estos requisitos, según ha denunciado Martín, habían cambiado respecto respecto a una vacante anterior.

Jésica accedió al puesto de auxiliar administrativa en la segunda ventana de contratación, en un proceso que se realizó en febrero de 2021 y que tan solo estuvo abierto durante siete horas, algo «poco habitual». Varios meses antes, el 23 de noviembre de 2020, Zaldívar instó a Jésica a que actualizara su currículum para pasar a Tragsatec en cuanto acabara su contrato en Ineco a finales de febrero de 2021. De hecho, según ha señalado Martín citando un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Zaldívar envió a Barbancho una serie de currículums el 26 de noviembre y, aunque entre ellos no está el de Jésica, sí hay un cuadro en el presuntamente aparece su fecha de incorporación. Esto, antes incluso de iniciarse el proceso de selección por el que fue contratada y de que Zaldívar mandara su currículum el 27 de enero de 2021.

En su comparecencia, Martín ha aludido también a un correo perdido en el que Zaldívar, dirigiéndose a alguien de Tragsatec, advierte de que dejaran en paz a Jésica. «Una versión dice que lo recibo yo. No lo tengo, no me ha llegado de ninguna manera. (...) Lo he buscado por todas partes y no aparece», ha asegurado. Otra versión es que lo recibió el presidente de Tragsatec, Juan Pablo González Mata, y que se lo rebotó a ella. «Juan Pablo no me ha rebotado ningún mail. No creo ni siquiera que le llegara este mail porque no está, no aparece», ha señalado.

En cualquier caso, la gerente cesada ha asegurado que sí existían partes horarios de Jésica y que «no saltó ninguna alarma» ni le consta ninguna comunicación de Adif, donde estaba su puesto de trabajo, advirtiendo de su falta de fichaje. De hecho, según ha declarado, Martín no sabía siquiera que Jésica trabajaba en su gerencia porque, en ese momento, tenía a más de 240 trabajadores a su cargo. «Las relaciones valoradas es la manera que tenemos de constatar que se ha hecho el trabajo efectivo y que el cliente nos pague. El director del encargo ponía la relación de todas las personas de ese mes y constaba que Jésica había trabajado el 100% y nos la pagaba el 100% todos los meses», ha indicado.