Génova vuelve a chocar de frente con Vox, ahora por la candidatura de Tamames en su moción de censura

El portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, es uno de los dirigentes de su partido más beligerantes en público contra Vox. Desde que fue repescado por Feijóo para ese puesto de portavoz, se ha empleado a fondo para criticar al partido de Abascal y marcar todas las distancias posibles entre esa formación y el PP. Ayer, después del Comité de Dirección presidido por Alberto Núñez Feijóo, Sémper arremetió contra Vox por su maniobra política con Tamames. «Nosotros nunca hubiéramos pedido a alguien con el prestigio de Tamames que pasara ese trago», comentó.

Si esa posible candidatura se hace realidad y Tamames, con 89 años, sube a la tribuna para defender su candidatura a la Presidencia en la moción de Vox, el PP mantendrá un respeto escrupuloso a su figura. Fuentes populares señalaron que la intención, ahora mismo, es abstenerse en la votación de la censura. La posición del PP no podrá defenderla Feijóo, que no tiene escaño en el Congreso, y previsiblemente sería la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, la que fijaría la postura de su grupo. El PP no pretende hacer un discurso duro, como el que protagonizó Pablo Casado contra Santiago Abascal en la moción de censura en el otoño de 2020. Y evitará, en la medida de lo posible, interpelar a Tamames.

En Génova creen, además, que la moción de censura, que no tiene ninguna posibilidad de salir adelante, solo servirá para dar otro balón de oxígeno a Sánchez, que previsiblemente saldrá triunfante de otra votación, con un nuevo respaldo de la mayoría y con la derecha dividida en el hemiciclo.

Pero, al mismo tiempo, en el PP creen que esa iniciativa también beneficiará a Feijóo, porque mostrará a un partido, Vox, «poco serio» y con decisiones, si se confirma la propuesta de Tamames, «que muy pocos entienden». «Todo el mundo verá que la única alternativa seria es la del PP», subrayan fuentes populares.

El portavoz de campaña del PP considera que Vox se ha convertido en un «socio estratégico» de Pedro Sánchez, «un colaborador necesario». «Hay quien está en un juego político interesado, pero no son los intereses de los españoles», advirtió Sémper. Recordó que la moción de censura está abocada al fracaso, pero lo que es peor, a su juicio, es que a ese fracaso «se le arrastra a una persona del prestigio de Tamames». «Nos parece todo un despropósito», sentenció. «Hay dos personas muy contentas con esta moción de censura: Pedro Sánchez y lo que quede de Vox. Gracias a Vox vamos a estar metidos en las próximas semanas en esta película», lamentó.

La pregunta obligada, después de decir que Vox es el «socio estratégico y colaborador necesario» de Sánchez, era si el PP puede y debe gobernar con un partido que está, a su juicio, en ese papel. Sémper se limitó a explicar que el PP intentará conformar gobiernos con mayorías suficientes para gobernar sin necesidad de otros apoyos y sin tener que contar con el partido de Abascal. Ese fue, precisamente, uno de los deberes que Feijóo puso a los candidatos del PP en la Intermunicipal del pasado fin de semana. Les pidió mayorías «absolutamente indiscutibles». Fue un «recado para todos», según avisó en Valencia.

Fuentes de Vox expresaban ayer su deseo de que el PP reflexione. Tamames pretendía reunirse este martes con Abascal, pero este lunes por la tarde, la cita no estaba en agenda. Si de ese encuentro saliera el exdiputado ungido candidato, el registro de la moción de censura podría ser inminente. En el partido derechista explican que, en cuanto esté decidido quién encabeza la moción de censura, el texto se remitirá al Congreso de los Diputados. No hay intención, una vez se fije la persona presidenciable, de dilatar más una amenaza que colea desde noviembre.

La idea de Abascal es encontrar un candidato «neutral» para intentar convencer al PP y a Ciudadanos (CS) de que apoyen la moción de censura, para visibilizar el mayor número de diputados posibles frente a Sánchez. No fue posible en 2020, cuando el líder de Vox fue el candidato propuesto para presidir el Gobierno, y por eso ahora el dirigente explora otro camino.

Tamames, ex del Partido Comunista de España (PCE), Izquierda Unida y Centro Democrático y Social (CDS), es el primer nombre con quien Abascal admite públicamente haber contactado. Pero tanto él como sus correligionarios evitan señalarlo expresamente como candidato por lo que pueda pasar, a la espera de cerrar los últimos flecos pendientes.

El vicepresidente de Vox Jorge Buxadé ayer, tras la reunión del Comité de Acción Política de su partido, se limitó a reconocer los contactos y la coincidencia de Abascal y de Tamames en dos aspectos: que este es «el peor gobierno de la historia de España» y que cabe la posibilidad de activar el artículo 113 de la Constitución contra Sánchez. La idea de Vox, aunque la formación es consciente de que la operación es aritméticamente imposible, es proponer un candidato 'técnico' que se limite a convocar elecciones anticipadas.

Por lo pronto, Vox ha perdido un potencial aliado. Y es que CS, bajo el mando de una nueva dirección, ayer se limitó a pedir la convocatoria de elecciones anticipadas y olvidó la exigencia que trasladaba Inés Arrimadas a Feijóo para que presentase él una moción de censura. En eso, hasta ahora, CS había hecho pinza con Vox. Pero su portavoz política, Patricia Guasp, marcó ayer claras distancias. La moción de censura, dice, «no es útil».