La Xunta, «suspicaz» con el anuncio «milagroso» de Sánchez en Navantia que «cogió por sorpresa a todo el mundo»
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, recuerda que los PGE ni siquiera han empezado a tramitarse, y en todo caso recuerda que ya había advertido de que el presidente del Gobierno utilizaría sus viajes a Galicia para hacer anuncios electoralistas
SANTIAGO
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Iniciar sesión«Suspicacias, muchísimas». El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, seguía desconfiando este jueves, un día después, de la promesa con claros tintes electoralistas de Pedro Sánchez de que será en Navantia Ferrol donde se construya un nuevo buque de guerra para la Armada, más ... allá de insistir en que celebra la consiguiente carga de trabajo para el astillero.
Rueda recordó, en rueda de prensa posterior a la reunión del Consello, que era una demanda que en su momento Defensa no veía «necesaria», pero «a tres semanas de las elecciones» autonómicas del 18F, Sánchez «se planta en Galicia y dice que se va a hacer, cogiendo por sorpresa a todo el mundo». Empezando por la propia Armada, como publicó ABC. Esto deja en el aire la «consistencia» de una promesa «a tres semanas de las elecciones», afeó desde San Caetano.
El titular de la Xunta apuntó que hay que esperar a que se aprueben los Presupuestos Generales del Estado, que ni siquiera se están tramitando. A esto se suma el contexto preelectoral. Rueda, como ha venido señalando con insistencia, ya veía «previsible» este tipo de anuncios, hechos en visitas exprés —cuestión de «horas»—, que a menudo consisten en desbloquear «de repente, milagrosamente», demandas que ya venía formulando el gobierno gallego.
Ayer Sánchez vino a Ferrol a llamarnos tontos a la cara, pretendiendo hacer en unos días lo que no ha hecho en años.
— 🍒 Paula Prado (@paulapra2) January 25, 2024
Pero los gallegos saben perfectamente quién les dice la verdad y quién viene a venderles humo.
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Tampoco descartó que Sánchez siga obrando este tipo de «milagros», incluso mañana mismo, dado que tiene agendado, en Lugo, un acto del PSOE para arropar en su casa a su candidato, José Ramón Gómez Besteiro. «Sánchez vino a Ferrol a llamarnos tontos a la cara, pretendiendo hacer en unos días lo que no ha hecho en años. Pero los gallegos saben perfectamente quién les dice la verdad y quién viene a venderles humo», dijo Paula Prado, secretaria general del PPdeG.
Subvenciones y financiación autonómica
En la lógica socialista, Sánchez puede anunciar sin problemas una inyección de 439 millones para Navantia, sin que nadie deba molestarse; pero Rueda está «saqueando» las arcas públicas, como le imputaron un día antes dos candidatas, por conceder subvenciones cuando se acercan las elecciones y publicarlas —opinan— de forma apresurada en el DOG. A ojos del presidente autonómico, es evidente que «a la oposición le gustaría que estuviéramos de brazos cruzados, que nadie trabajara ni hiciera nada», pero no lo harán «en ningún caso». Ya dijo por activa y por pasiva en más de una ocasión que seguirían gobernando hasta el último minuto, y ayer refrendó que es su «obligación», más allá de dedicarse a la campaña, como el resto de candidatos, cuando toque.
Una campaña en la que no faltarán temas sobre la mesa (o el atril). Véase la financiación autonómica, cuya reforma el Gobierno sigue sin acometer. Rueda, preguntado al respecto, reconoció que no le extrañaba que barones regionales de distinto signo, incluidos sus compañeros Moreno, Mazón y López Miras, se conjurasen el miércoles en Ifema, con motivo de la apertura de Fitur, para reclamar más fondos. La culpa, vino a decir, la tiene Sánchez por gobernar a golpe de acuerdos «bilaterales» con sus socios, señaladamente Cataluña, en lugar de convocar la conferencia de presidentes, como volvió a demandar ayer. «Mientras esto no se produzca, se producirán este tipo de conversaciones», apuntó. Lejos de molestarse por esa «reunión informal», apuntó al Gobierno: «Si no le gustan ese tipo de reuniones lo tiene muy fácil». Tanto como convocar a todos y pactar un nuevo modelo también entre todos.
En esa conversación estaba el presidente manchego Emiliano García-Page, cada día más desahuciado políticamente por el PSOE. Rueda opinó que cuanto «más claro habla» y desnuda lo que «hay dentro» de su partido, «más nerviosos y enfadados se pondrán sus correligionarios». Cuando se limita a decir «la verdad» y «lo que piensan (...) muchos socialistas de buena fe» sobre la «deriva» del sanchismo.
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