Sánchez se limita a un compromiso vago y sin fechas con el AVE Vigo-Lisboa
Obvia la demanda de concreción de la Xunta y se limita a decir que existe un apoyo «claro y rotundo» del Gobierno
Remite a estudios de demanda, análisis de rentabilidad, modelo de explotación y planificación del tramo común
Sánchez y Costa departen este viernes en Viana do Castelo (Portugal)
Pedro Sánchez se cuidó este viernes de brindar un compromiso claro, con fechas y dotación presupuestaria concretas, con el AVE entre Vigo y Lisboa, en el marco de la XXXIII Cumbre Hispano-Lusa, tal y como le solicitó por carta, la víspera, el presidente de ... la Xunta, Alfonso Rueda. «El compromiso de ambos países por mejorar las conexión ferroviaria es claro y rotundo», expresó el presidente del Gobierno durante su comparecencia conjunta con el primer ministro de Portugal, António Costa en Viana do Castelo. «El compromiso de ambos gobiernos es total», insistió poco después, en la misma línea de vaguedad.
No obstante, el contenido de la pregunta de un periodista luso dejó en evidencia la inconcreción de Sánchez, pues aquél le preguntó específicamente si estaba en «condiciones de comprometerse» con la fecha que ha dado Costa para concluir las obras en el tramo luso, 2030. Sánchez eludió deliberadamente hablar de plazos temporales. En su lugar, recordó que «ambos países hemos encargado a la agrupación europea de interés económico de alta velocidad España-Portugal que se realicen los estudios conjuntos de demanda, de análisis de rentabilidad, de modelo de explotación y estudios para la planificación del tramo común transfonterizo de esta conexión». «Estamos impulsando todas estas interconexiones ferroviarias», proclamó, en una valoración genérica que incluía los, en palabras previas de Costa, cuatro «frentes de trabajo realmente importantísimos» en este ámbito.
A diferencia de su colega español, el primer ministro luso sí dedicó una parte de su intervención a abordar el «aumento de conexiones ferroviarias entre nuestros dos países», un capítulo que Sánchez obvió en su discurso, en el que sí se detuvo en el Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético, que albergará Cáceres. Costa habló del corredor entre Lisboa y Madrid, y de que la declaración final de la cumbre recoge el compromiso de avanzar en el estudio de las conexiones entre Aveiro y Salamanca y Faro-Huelva-Sevilla; pero enfatizó que la alta velocidad entre la capital portuguesa y Vigo, a través de Oporto, supone «comenzar nuestro proceso de inserción en la red ibérica de alta velocidad». Costa llamó a «hacer de la península ibérica un lugar mucho más integrado». Sánchez evidenció que lo que es una prioridad para el país vecino queda en un segundo plano a ojos de La Moncloa.
Carta de Rueda
El nivel de compromiso plasmado por el presidente del Gobierno con la conexión mediante alta velocidad entre Galicia y Portugal solo pudo causar decepción en la Xunta. Porque su presidente, Alfonso Rueda —al igual que la responsable de infraestructuras, Ethel Vázquez— había venido insistiendo en que era fundamental que este asunto se abordara en la cumbre. Y con algo más que palabras. La última vez, este viernes, a preguntas de los medios, cuando dijo que esperaba que Sánchez representara a Galicia, ya que no había sido invitada la Comunidad a la cumbre, «en algo que nos importa muchísimo». Demandó Rueda «concreción» y «planificación», porque, subrayó, «nadie entendería que se haga por un lado y no se haga por otro», en alusión a la posibilidad de que Portugal acabe sus obras y España no llegue a tiempo para completarlas.
La víspera, tras el Consello, fue aún más prolijo el titular de la Xunta, en una comparecencia en la que anunció que remitiría de inmediato a Sánchez una carta con dos ideas principales. La primera, dejar constancia del «interés que tenía Galicia en participar en las reuniones de trabajo y de debate», a abordar en la cumbre, dados «los intereses transfronterizos que tiene nuestra Comunidad Autónoma», «con la intensidad y en el formato que se hubiese acordado». Así consta en la misiva enviada a Moncloa, a la que tuvo acceso ABC. Una forma sutil y comedida de plasmar por escrito el malestar que ya expresó de viva voz Rueda tras reunir a su ejecutivo.
Tras este preámbulo, se dejaba constancia de que se acompañaba la carta de un «documento de prioridades políticas», de 60 páginas de extensión, en el que destacaba, por encima del resto, «la conexión entre Vigo y Lisboa», que, sostenía Rueda, «tiene que ser una prioridad para España y así se debe de concretar en los presupuestos generales del Estado, de igual modo a como el Gobierno luso ya tiene planificadas sus obras con el horizonte del 2030».
Adquieren un cierto tinte profético las palabras del titular de la Xunta tras el Consello, cuando pedía que no sucediera «lo mismo» que con el AVE desde la meseta y su histórica demora, aún a pesar de ser esta una «obra en principio mucho más sencilla». Pero con 30.000 euros presupuestados para 2023, Rueda lamentó que parece que el Gobierno «renuncia» a mover ficha en «la parte que nos corresponde».
Conexiones eléctricas
De los más de 60 puntos en la declaración conjunta firmada por España y Portugal, solo en otro se hace referencia concreta a Galicia, cuando se alude a reforzar las interconexiones eléctricas entre ambos países, para incrementar la eficiencia del sistema, la seguridad del suministro y la producción renovable, informó Ep. «Destacan los esfuerzos realizados para llevar a cabo la interconexión eléctrica Miño-Galicia y confirman la reciente decisión de las autoridades medioambientales de ambos países de mantener la interconexión eléctrica Este/Oriente como la más viable», detalla el documento.
Ver comentarios