El primer zoo «sin animales» busca un hogar en Galicia
Vagalume presenta un bosque de bambú en el que interactuar con esculturas de fauna realistas y a escala
Santiago
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Iniciar sesiónUn zoo sin animales. No es solo una percha, es la revolucionaria idea detrás de Vagalume, el proyecto con el que el estudio gallego No Ordinary Land quiere reinventar por completo la experiencia de visitar estos entornos. Nada de jaulas ni ejemplares en cautiverio: ... en su lugar, esculturas de tamaño real -o aumentadas miles de veces-, impresas en 3D con precisión asombrosa, para explorar el mundo animal desde la cercanía, el tacto y la imaginación. El plan está trazado y busca dónde asentarse.
«Imagínate que llevas a la clase de un colegio a hacer una visita cultural, educativa, con un tono didáctico, a un parque de este tipo. Van a ver la colección de animales desde una perspectiva diferente a la que les ofrece la pantalla de un ordenador, un móvil o incluso un propio zoológico», explica el diseñador Jorge Hernández, director creativo del estudio.
Prescinde intencionadamente de la fauna en cautiverio, pero propone llegar a donde el modelo tradicional no llega, generar impacto «a través de los sentidos, sobre todo el tacto, y la proximidad». Lo resume así: «Todo el mundo sabe cómo es un elefante, una jirafa o un hipopótamo. Pero si te pones a un paso de distancia, o debajo, realmente te das cuenta de las dimensiones, de la textura de su piel... no estamos acostumbrados. Con eso jugamos: es una especie de exposición, de museo zoológico, diferente», que sigue la premisa de «poder tocar, no quedarse detrás de una valla» que separe al visitante de las criaturas.
El proyecto se sirve de tecnología reciente que permite imprimir figuras en 3D con detalles precisos y «en tamaños enormes», dando lugar a reproducciones «fieles, espectaculares y resistentes», construidas con polímeros. Y alcanzar ese grado de fidelidad abre otras puertas; por ejemplo, la representación de seres de un par de milímetros en escalas mucho mayores. «Todos sabemos cómo es una hormiga, pero una vez que la aumentas 5.000 o 10.000 veces y la tienes en el tamaño de un pastor alemán, o de una vaca, puede ser muy impactante. No entendemos bien el universo diminuto de los insectos hasta que lo tenemos a la proximidad suficiente como para valorarlo, estudiarlo y disfrutarlo», plantea Hernández.
Explica que en todo este trabajo hay una huida consciente de los efectos digitales y, más específicamente, de la realidad virtual. «Queríamos tratar de llevarlo a un terreno más sensorial», dice el diseñador, en una apuesta por lo analógico, pese al tirón del que gozan hoy tecnologías como esa. «Otra vertiente que hemos querido darle es el lado nocturno», añade: al ser huecas, las esculturas se conciben con un diseño de celdas interiores «que permitiría iluminarlas desde el interior», alumbrando el parque en sintonía con miles de luciérnagas artificiales que completan la escena nocturna. Además, si la escala del recinto lo permite, se plantean varias instalaciones recreativas, como «un laberinto de piedra, un área comercial, alojamientos al aire libre o un restaurante con forma de ballena».
La peculiaridad de Galicia es que el clima y la orografía del Bajo Miño y las Rías Baixas resultan «especialmente aptos» para que proliferen algunas variedades de bambú, cuenta Hernández. Porque existen especies de todo tipo, pero algunas de las «más exóticas», que de forma natural se dan en entornos tropicales, son con las que Vagalume pretende levantar su bosque: «Las de mayor diámetro y envergadura», apunta Hernández.
En pos de otro modelo
El creador del proyecto reconoce que «sería muy utópico pensar que a partir de esto empezaremos a ver cerrar los zoos tradicionales». Pero «cualquier avance», defiende, puede contribuir a «un proceso paulatino» que con el tiempo propicie verdaderos cambios a gran escala: «Creo que sería un granito de arena (...), la primera piedra, el primer ladrillo para pasar a otro modelo. No somos activistas ni animalistas, pero sí tenemos conciencia ética». Está por ver qué lugar acogerá Vagalume. Pero la propuesta, por única y llamativa, promete cautivar a pequeños y mayores.
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