El PP gallego reclama a Sánchez un «pacto de Estado» para que deje gobernar a Feijóo

Nadie saca pecho en Galicia: el PP ve su resultado «agridulce», el PSdeG cree el suyo «mejorable» y el BNG admite que no cumplió sus «expectativas»

El PP gallego de Alfonso Rueda consigue para Feijóo el 2º mejor porcentaje de voto en toda España

El presidente gallego, Alfonso Rueda, y la número dos del PPdeG, Paula Prado, levantan los brazos después de la victoria electoral EFE

Lo habitual es que el día después de las elecciones, fueran cuales fueran los resultados, las formaciones políticas intenten convencer de que para ellos fueron buenos. Los partidos suelen aferrarse a los datos de los que puedan sacar pecho, por muy secundarios que estos sean. ... Este lunes, a la mañana siguiente de las elecciones generales, las tres formaciones políticas del arco parlamentario gallego, el PPdeG, el PSdeG, y el BNG, resaltaron los guarismos que le favorecían. Pero tanto populares como socialistas y nacionalistas admitieron también que a ninguno había convencido del todo el veredicto de las urnas.

El ganador indiscutible de las elecciones, en el global de España, pero especialmente en Galicia, fue el PP. Sin embargo este lunes, al portavoz parlamentario del PP gallego, Pedro Puy, no le ha quedado más remedio que reconocer que el 23J le había dejado «una sensación agridulce». Aunque el PP en la Comunidad obtuvo «unos excelentes resultados», en el conjunto de España hay «ciertas incertezas».

Esas «incertezas» a las que se refería el portavoz parlamentario popular es que después del 23J la gobernabilidad de España está en el aire: el PP fue la fuerza más votada, pero sin la mayoría suficiente para gobernar —ni sumando a Vox— y Pedro Sánchez necesitaría que Junts, el partido independentista catalán del fugado Carles Puigdemont, preste sus escaños para una investidura que no saldría gratis.

Un escenario «complejo»

Por eso, ante este «complejo» escenario, en el PP gallego se alinearon con el candidato popular y expresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que anunció que hablaría con el resto de los partidos para intentar formar gobierno. En ese sentido, Puy hizo un llamamiento a la «responsabilidad institucional» y al «sentido de Estado» para «intentar que minorías que bajaron en votos» —en alusión implícita a Vox, Sumar y los partidos independentistas catalanes— «no condicionen el gobierno de España». Y, sobre todo, añadió el portavoz parlamentario de los populares gallegos, y recogió Europa Press, cuando «los dos partidos centrales», PP y PSOE, han conseguido «un claro refuerzo» de sus posiciones«.

Sin «extremismos»

La receta por tanto desde el PPdeG es fácil en su enunciación pero difícil en su sustanciación: un «acuerdo de Estado» para que gobierne el partido más votado, es decir, el PP, «sin depender de ninguna de las fuerzas minoritarias que son extremas». Feijóo «se ganó el derecho» a intentar ser él quien lidere el próximo Gobierno de España. No obstante, Puy admite también que, tras escuchar a Pedro Sánchez el día después de las elecciones, «no son optimistas» sobre esta posibilidad.

De lo que Puy, que a estas elecciones concurrió como candidato del partido al Congreso por la provincia de Pontevedra, no tiene ninguna duda es de que el PP gallego «respondió muy bien» en esta cita con las urnas: «Donde había un empate, hay una rotunda victoria», proclamó después de que los populares subieran de diez a 13 diputados (de un total de 23) respecto a los comicios generales de 2019. Lo que no quiso aventurar Puy son especulaciones sobre cuándo convocaría elecciones autonómicas el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda: «No es el momento de hablar de eso», zanjó el portavoz popular.

La oposición en el Parlamento gallego también ve luces y sombras respecto a sus respectivos resultados electorales. En el lado socialista, su portavoz en el Parlamento autonómico, Luis Álvarez, no tuvo más remedio que reconocer que sus resultados en Galicia son «mejorables» —los socialistas bajaron de diez a siete diputados— y que al PSdeG le toca hacer «una reflexión».

Los socialistas achacan buena parte de esa pérdida de representación a un «sistema de reparto» de escaños, que, en cualquier caso, asumen porque son «un partido democrático» que respeta «las reglas establecidas». De todas formas, en búsqueda de sus particulares brotes verdes, Álvarez reivindicó ayer que los socialistas son «la primera fuerza progresista en Galicia».El PSdeG se contenta con que Feijóo haya sufrido su «peor noche electoral» con que el líder del PP, en su opinión, «no va a ser presidente».

Pero si algún partido del hemiciclo gallego «no cumplió expectativas» fue el BNG, que se quedó por detrás del partido de Yolanda Díaz en la Comunidad. Se tendrá que conformar con mantener el diputado que ya tenía —Néstor Rego—. La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, reafirmó su promesa del domingo de mantener la voluntad de investir a Sánchez para «evitar un gobierno de la derecha». Sin embargo, este lunes ha intentado vender un poco más caro su apoyo: no entregarán «un cheque en blanco» y defenderán «con firmeza» los intereses de Galicia.

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