Los agentes, en labores de patrullaje nocturno de prevención contra el furtivismo, detectaron movimientos extraños. Un mariscador con numerosos antecedentes por capturas irregulares se encontraba en una rampa de acceso de la lonja vieja de Camariñas (La Coruña) recibiendo a una embarcación que se aproximaba ... con las luces apagadas. La cautela de estos individuos tenía una explicación: 74,5 kilos de centollo extraídos de forma irregular en la antesala de las fiestas navideñas.
Los guardias civiles, del mismo puesto de Camariñas, observaban la escena. Vieron cómo estos individuos, acto seguido, fondeaban en el agua dos sacos sin la pertinente placa o boya identificativa obligatoria, según ha informado este lunes en un comunicado el Instituto Armado.
La patrulla se dirigió hacia el lugar, extrajo los dos sacos y comprobó que estaban completamente llenos de centollo. La báscula arrojó una cifra total de 74,5 kilos de este marisco.
Sin embargo, lejos de dar un paso atrás tras ser sorprendidos en estas lides, el mariscador furtivo reincidente y un familiar mostraron una actitud agresiva, llegando a amenazar a los agentes. El marisco fue trasladado a la lonja nueva de Camariñas, donde fue pesado con la colaboración del operario de las instalaciones. Después, los agentes lo devolvieron al mar.
Las diligencias abiertas, por posibles delitos de amenazas y coacciones, fueron puestas en conocimiento del Juzgado de Corcubión (La Coruña). Además, los guardias confeccionaron la pertinente denuncia por contravenir lo dispuesto en la ley de pesca de Galicia.
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