El fuego calcina más de la mitad del municipio orensano de Chandrexa de Queixa
La unión de dos incendios en las parroquias de Parafita y Requeixo arrasa más de 11.000 hectáreas
Los vecinos asumen parte de la defensa contra las llamas ante la falta de recursos y personal forestal
Santiago
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Iniciar sesiónEl municipio orensano de Chandrexa de Quiexa, epicentro de la ola de incendios que asola buena parte de la provincia gallega, se une a la triste lista de los fuegos más devastadores de la historia de Galicia. Todavía activo y con aproximadamente 11.000 ... hectáreas calcinadas tras la unión de los fuegos originados en las parroquias de Parafita y Requeixo, supone la quema de más de la mitad del municipio. El de Chandrexa suma junto a los grande fuegos de Maceda, Oímbra y A Mezquita, entre otros focos activos, más de 28.000 hectáreas calcinadas en la provincia de Orense.
Unas cifras solamente comparables con las de 2022, año en los que se registraron los peores incendios de la historia de Galicia, y que a día de hoy están llevando al límite la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia autonómico y estatal. Un hecho que se refleja en las imágenes de vecinos armados con mangueras y calderos de agua, luchando desesperados por detener el frenético avance de las llamas.
Todo ello a pesar de que más de 1.000 efectivos y 30 medios aéreos combaten codo con codo, entre los que se encuentran personal del Servicio de Prevención y Defensa contra los Incendios Forestales, agentes de policía y Guardia Civil, voluntarios de Protección Civil, la Unidad Militar de Emergencias (UME), brigadas municipales y bomberos de los consorcios provinciales y las ciudades. Entre ellos, desde este jueves, dos hidroaviones llegados de Francia tras la petición de ayuda a la Unión Europea.
Sin embargo, en algunos puntos de la provincia, como en los múltiples focos entorno al municipio de A Mezquita, no fue hasta 48 horas después de detectarse el fuego que comenzó a llegar la ayuda de los profesionales, como explicó este jueves a ABC el alcalde del municipio, Rafael Pérez. «Dos días en pie, sin dormir, y el fuego se apaga y se enciende. No sabemos de dónde sale», afirmó, mientras combatía contra las llamas desde la finca de un particular, que pasaron de afectar 4.500 hectáreas a 8.000 durante la tarde del jueves.
En el caso de los vecinos evacuados de sus viviendas, las cifras de la Consellería do Medio Rural indican que son 122 los desplazados de Casas dos Montes, en el municipio orensano de Oímbra, 140 vecinos de Madalena, en Monterrei, y otros 40 habitantes de Bouza, en Viana de Bolo, aunque estos últimos ya han podido regresar a sus viviendas.
También fueron desplazados durante la noche del miércoles cerca de 30 vecinos de la población de Albarellos (Monterrei) y se mantuvieron confinados a los habitantes de las aldeas cercanas de Mixós, Estevesiños, Vences y A Pousa, que pudieron regresar a sus hogares a lo largo de la jornada del jueves. Mientras, toda la provincia de Orense permanece en el nivel 2 de alerta por la oleada de incendios para permitir una mayor agilidad de medios y recursos de la Comunidad Autónoma y del resto de administraciones hacia la provincia orensana en una situación que el gobierno gallego califica de «anómala».
La mayoría, intencionados
Y más allá de los daños materiales y personales provocados por las llamas, con al menos tres bomberos heridos por quemaduras y varias viviendas reducidas a cenizas, la intencionalidad de los incendios se convierte en principal causa de los mismos, como indicó este jueves el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, desde Verín (Orense).
Además de indicar que «todos los medios que puedan venir a Galicia en estos momentos son muy necesarios», el presidente gallego se dirigió a los perpetradores de los mismos, asegurando que los agentes de Policía y Guardia Civil investigan ya a los posibles autores y que desde la Administración gallega harán «todo lo posible para dar con los culpables». Una advertencia que se une también a la intención de la Fiscalía de Medio Ambiente de Galicia de valorar medidas cautelares como la prisión provisional para los incendiarios ante la preocupación y necesidad de contar con una «respuesta efectiva» frente a estos atentados.
Por su parte, agentes forestales denunciaron este jueves «medios insuficientes, incumplimientos administrativos y falta de prevención» ante la gravedad de la situación que viven en la provincia de Orense. Una situación de «colapso» ante lo que no son capaces de hacer frente, como indicó a Europa Press el agente forestal Xosé Santos, por lo que piden elevar el nivel de alerta a nivel 3. De decretarse, sería el Estado el que asumiría el mando en la lucha contra el fuego.
Colapso en tren y carretera
Otras de las afecciones motivo de las llamas corresponde al transporte, que durante la jornada de este jueves se vio afectado tanto en el caso de las carreteras como en el de los trenes, con atascos y la supresión total de la circulación ferroviaria entre Madrid y Galicia por la cercanía de los incendios a las vías.
Los cinco trenes que salieron desde la estación de Madrid-Chamartín rumbo a Galicia para reanudar el servicio, inoperativo desde el miércoles, se quedaron en el camino pese al visto bueno inicial de Adif. Una decisión adoptada por la cercanía de las llamas que obligó a paralizar los ferrocarriles en travesía y cancelar todos los trayectos entre la Comunidad, Zamora y Madrid para el jueves y sin una fecha fija para su reanudación.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, afirmó en sus redes sociales -sin el tono desafortunado de este miércoles- que se viven «momentos muy duros en Orense y Galicia». «Estamos trasladando a los viajeros en tránsito en trenes especiales hasta Zamora y, desde allí, continúan en autobús para llegar a destino», indicó a propósito de los usuarios atrapados en trenes. Los afectados que no pudieron viajar podrán reclamar el coste del billete en la página web de Renfe.
La situación en carretera también resultó complicada durante la jornada del jueves, con retenciones en la A-52 que se tradujeron en colas de 200 kilómetros en la entrada y salida de Galicia dirección Madrid y Castilla y León. Un condicionante, el de las llamas, que se une a las fechas de operación salida propias de mediados de agosto, por lo que desde la DGT han pedido a la ciudadanía evitar circular «en la medida de lo posible» por estas zonas y su entornos. A pesar de que la autovía estuvo cerrada por el peligro que implicaban las llamas, la circulación pudo reanudarse cerca de las 20:00 horas.
Además, como es habitual, este fin de semana coincide con la celebración de las fiestas patronales en gran cantidad de poblaciones del territorio nacional por lo que se incrementarán también los viajes de corta distancia para desplazarse a los mismos, tanto por la red principal de carreteras, como por la secundaria, especialmente en las noches y las madrugadas de estos días de operación salida.
El calor seguirá siendo una constante durante este viernes, con temperaturas máximas que superarán previsiblemente los 39ºC durante la tarde en la comarca de Valdeorras y en el valle del Miño-Orense, áreas para las que Meteogalicia establece alerta naranja por las altas temperaturas. También se mantiene el aviso amarillo por temperaturas próximas a los 35ºC en el sur y centro de Lugo, en el sur y noroeste de Orense, en el Bajo Miño y en la montaña lucense.
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