Susana López Abella: «Lamento que se haga partidismo con algo tan sensible»

—¿Cómo se gestó la campaña?

—Seguimos una estela respecto a las campañas de igualdad, partiendo de la de Sen mulleres no hai Galicia que se había estrenado hace años, y en la que nos habíamos basado en la mujer como pilar fundamental en sus distintos ámbitos de acción. Buscábamos seguir fortaleciendo la imagen de la mujer gallega, por tanto hicimos esta campaña en base a las experiencias que escuchamos día a día, las muchas jornadas en las que participamos, en las que siempre se pone de manifiesto que hay una abuela, una madre, una hermana que ha luchado contra viento y marea por salir adelante. Queríamos subrayar la superioridad de la mujer y también de la víctima de la violencia de género respecto al agresor, y para ello se recurre creativamente a esta metáfora visual, con las construcciones de Galicia más reconocibles.

—¿Fue revisada personalmente por usted?

—Sí, yo soy responsable, sin lugar a dudas. Fue revisada por los equipos que saben de comunicación y por supuesto de igualdad y violencia de género de este departamento.

—¿Le irrita que algo que debería concitar el consenso se haya convertido en carne de cañón de la batalla entre partidos?

—No, como responsable del departamento en el que estoy tengo que asumir las críticas. Sí lamento que se haga un asunto totalmente partidista de un ámbito tan sensible, donde todos, desde los partidos hasta la sociedad en general, debemos estar unidos para erradicar esta lacra. Puedo entender que la campaña pueda gustar más o menos, pero buscar que se esté cosificando a la mujer, eso es retorcer absolutamente las cosas.

—Desprende machismo, es paternalista… Todo eso le dice la oposición.

—Llevo años en el ámbito de la igualdad y he visto muchísimas campañas de administraciones autonómicas y locales. Ha habido campañas que me han gustado más o menos, pero no se trata de mi gusto, desde luego. Nunca he criticado una, porque considero que el objetivo fundamental es sensibilizar sobre algo tan tremendo que tenemos en Galicia y en el resto de España. Esta campaña tenía dos claros: el empoderamiento de la mujer, por tanto nada más lejos de la cosificación, y un mensaje claro contra la violencia.

—Hasta desde el PP se dijo que no iba a criticar la campaña, pero que había algunas más afortunadas que otras. ¿Comparte este mensaje?

—Sí, claro. Hay unas más afortunadas que otras.

—¿Y esta cree que es afortunada o no?

—Yo la considero una buena campaña. Si no, no le hubiese dado el visto bueno.

—¿Lamenta que la polémica esté desviando la atención del verdadero problema?

—Sí, absolutamente. Tenemos muchísimo que hacer en el ámbito de la violencia de género. Galicia está trabajando codo con codo en el pacto estatal. Me preocupa, como a tantas asociaciones y tantos ayuntamientos, el no dar una respuesta adecuada a las mujeres que sufren violencia, a los hijos e hijas que son víctimas directas. En el 2016 aprobamos prácticamente por unanimidad en el Parlamento de Galicia la modificación de la ley de 2007, donde ampliábamos los recursos de la Comunidad para las mujeres víctimas, incluyendo a as las víctimas de trata. Eso es lo que nos tiene que ocupar. Meternos en polémicas no beneficia a nadie, estoy segura, y perjudica mucho.

—Si tuviera que concentrar esfuerzos para atajar el problema a corto plazo, ¿en qué se centraría?

—Sin lugar a dudas, en el primer plan de igualdad en los centros educativos y en la asignatura de libre configuración. Además, este año en Pontevedra tenemos un IES donde se está impartiendo el ciclo de igualdad de género. Eso, dados los últimos informes sobre la percepción de la violencia de género entre la gente joven, es donde nos estamos esforzando. Es uno de los grandes retos del año 2018, conseguir concienciar a la juventud para romper el círculo de la violencia, si no siempre seguiremos luchando sin tener ese fin que todos deseamos. Es vital.

—El goteo de casos es incesante, se habla en los últimos días de escándalos en Hollywood… ¿Constata que evolucionamos o que lamentablemente queda mucho que hacer?

—Avanzamos en igualdad pero todavía nos falta mucho. Es cierto que estamos mejor que hace diez años, aunque no estamos donde deberíamos estar. Es muy necesario seguir trabajando todos y luchando en la misma dirección desde nuestras diferentes opiniones. Pero siempre hay un punto de encuentro y ahí tenemos que estar. La sociedad gallega no se merece otra cosa, no estar debatiendo sobre la imagen de una campaña. Por supuesto que es aceptable la crítica, para eso está la oposición, pero de ahí a pasar una línea roja hay una gran distancia.