Wetaca, la startup que quiere convertirse en el Inditex de la comida

El germen de Wetaca empezó a gestarse en 2013. Andrés Casal había empezado a trabajar tras acabar sus estudios y no tenía tiempo para cocinar, ni tampoco dinero para pagarse restaurantes todos los días . «Me llamó un día y me contó que comía fatal, que acaba llevándose un sándwich y pidiendo algo por las noches», explica su socio Efrén Álvarez. Tras su paso por «MasterChef», Álvarez estuvo un tiempo trabajando con Jordi Cruz en su restaurante de Barcelona y entonces tuvo una idea. «En la alta cocina muchas veces se preparan los alimentos y luego se conservan al vacío. Entonces le propuse a Andrés juntarnos los domingos y cocinar para toda la semana», recuerda . «Si está bueno lo vendemos, me dijo», relata. En la primera fase empezaron preparando platos para sus amigos, pero cada vez más gente se los pedía así que decidieron abrir su propio negocio.

Los inicios fueron en un local de 40 metros en Madrid pidiendo dinero prestado a sus familias. L os dos fundadores se encargaban de todo, desde la cocina a la contabilidad y a la distribución . «Trabajábamos unas 70-80 horas por semana, solo librábamos los domingos», recuerda Efrén Álvarez. En poco más de un año, Wetaca empezó a ser rentable. La compañía ganó el prestigioso concurso de startups Seedrocket en su XV edición y pudo ampliar el negocio. Como sus instalaciones volvían a quedárseles pequeñas, decidieron buscar inversores que les apoyasen en su expansión y finalmente . Hoy cuentan con una nave de 6.000 metros cuadrados, una plantilla fija de 45 personas, que crece hasta las 70 en momentos de mucha actividad. Varios chefs cocinan los platos que cuestan una media de 5,8 euros. «Tras salir de los fogones se enfrían muy rápido y se envasan al vacío, por lo que pueden aguantar 7-8 días en perfectas condiciones», explica el fundador de Wetaka. Empiezan a servir pedidos a partir de 22 euros.

Pero Álvarez y Casal esperan que su empresa siga creciendo. Su objetivo es convertirse en el Inditex de la comida. «Antes la gente se hacía su propia ropa, pero la sociedad cambió y ya prácticamente nadie cose», explica Efrén Álvarez. En Wetaca, siglas en inglés de We Take Care (nosotros te cuidadamos), creen que el ritmo de vida actual está ya expulsando a las familias de los fogones. «Creemos que en el futuro nadie va a cocinar ya para el día a día», apunta. Para intentar llegar a más gente y reducir los gastos de envío, hasta ahora externalizados, Wetaca ha empezado a montar su propio sistema de distribución con repartidores en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Alicante, Málaga, Sevilla y Asturias. Ayer anunció que desde ahora empezarán a repartir también en La Coruña.