Familiares, amigos y compañeros de trabajo de Sonia Iglesias, desaparecida en Pontevedra el 18 de agosto de 201 0, salieron ayer a la calle para pedir justicia y evitar el olvido. «Dicen que el tiempo lo cura todo. Que cicatriza las heridas, pero no ... es así. Han pasado siete años, siete años interminables sin saber nada de mi hermana y para mí y toda mi familia esta es una herida que sigue abierta y que seguirá sangrando hasta que podamos conocer qué le pasó, quiénes son los culpables de su desaparición, qué hicieron con ella y por qué», expresó ayer en un comunicado a los medios Mari Carmen Iglesias . La manifestación partió, pasadas las 21.30 horas, de la plaza de la Ferrería.
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