Propósitos de año nuevo

En primer lugar parece mentira que en Galicia tengamos que desear que llueva. Estas últimas semanas le dimos buen uso los paraguas, pero cuando hemos ido a por ellos tenían telarañas de muertos de risa que estuvieron durante todo el Otoño. Y por cierto, que en Vigo además de cantidad se mejore en calidad del agua, que parece mentira que se gaste tanto en adornos y tan poco en potabilización.

También vamos a pedir al año nuevo que se acaben los incendios forestales. Por lo menos a ver si el próximo verano nos pilla con los montes mejor ordenados, sin eucaliptos al pie de las viviendas. Arder siempre arderá algo, pero no lo pongamos tan fácil para que se produzca una desgracia.

El tercer propósito es imposible para un sólo año, pero tenemos que ponernos en serio con el envejecimiento de la población. A este paso no va a haber quien pague las pensiones, y está muy bien que seamos cada vez más longevos pero no tanto que se vendan el doble de bastones que de sonajeros. A ver si con la tarxeta benvida nos animamos un poquito más y le damos trabajo a las plantas de maternidad de los hospitales, que por cierto son todas muy buenas.

Y tampoco nos podemos olvidar del empleo. La Citröen está dando mucho trabajiño en Vigo e Inditex va como un foguete en Coruña, pero aún quedan muchos jóvenes en casa papando moscas y tampoco es plan que se pongan a solucionar el problema demográfico sin tener garantizado el sustento para ellos y sus bebés. Que la crisis pase para todos de una vez, que de larga ya cansa.

A ver si 2018 es un año próspero de verdad, y no se queda todo en propósitos de año nuevo.