El Parlamento gallego aprueba un techo de gasto «prudente y riguroso» de 11.197 millones

Valeriano Martínez, conselleiro de Facenda e Administración Pública, ha sido el encargado de presentar la propuesta ante la Cámara, y ha explicado que este tope de gasto perfilará un futuro Presupuesto –que la Xunta pretende entregar antes del próximo 20 de octubre– con tres prioridades: dar por superada la pandemia en términos sanitarios, seguir reactivando la economía y el empleo, y la protección social de las familias y de las empresas. Ha admitido que es inferior al del ejercicio actual –93 millones menos–, pero lo ha considerado igualmente «excepcional».

En su intervención, Martínez ha puesto en valor los recursos extraordinarios con los que contará Galicia gracias a la aportación europea ante la crisis del Covid . También se congratulado del pago de 211 millones procedentes de la liquidación del IVA del 2017, que el Gobierno central deberá abonar en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo.

No lo ve igual el líder socialista gallego, Gonzalo Caballero, que en su intervención ha reprochado al ejecutivo autonómico que reduzca el tope de gasto en 93 millones respecto al año anterior –para el ejercicio de 2021 era de 11.664 millones frente a los 11.571 actuales–. «No tengan miedo a las políticas expansivas, no sigan aferrados a las políticas de los recortes y la austeridad », ha espetado el líder de los socialistas gallegos a la bancada de los populares.

Por su parte, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, en parecidos términos, ha advertido al gobierno autonómico de que para un momento excepcional como este «no valen las recetas para volver a la vieja normalidad». «Este techo de gasto no es la respuesta que necesita Galicia» , ha zanjado la líder nacionalista.

Pontón ha acusado al presidente de la Xunta de comportarse como un «kamikaze» que «va en dirección contrari a en la autopista», en un momento de crisis sanitaria y socioeconómica como la actual. Por su parte, el portavoz del PP, Pedro Puy, ha censurado al BNG que plantee unas inversiones «sin límites», acusando a la formación nacionalista de sufrir el «síndrome de Peter Pan».