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Luis Ojea - La semana

Respetarse o no a uno mismo

Ningún gallego podrá reconocerle a Gonzalo Caballero que haya antepuesto jamás los intereses de los ciudadanos a los del PSOE

Luis Ojea

El día de Navidad de 1937 el portero Sam Bartram protagonizó una de las historias más surrealistas del fútbol. Su equipo, el Charlton Athletic, se enfrentaba aquel día en Stamford Bridge contra el Chelsea. Cuentan las crónicas de la época -y él en ... sus memorias- que a pesar de que una densa niebla dificultaba la visibilidad se decidió jugar. Al descanso, empate a uno. Pero poco después de la reanudación el árbitro entendió que ya era imposible que se pudiese seguir disputando el encuentro en aquellas circunstancias y lo suspendió. El público se fue a sus casas y los jugadores al vestuario. Todos menos Bartram . El arquero, que no se había enterado, se quedó bajo los palos… hasta que un cuarto de hora más tarde un agente de seguridad se lo encontró defendiendo su portería y le explicó que el partido se había parado y el estadio ya estaba vacío.A veces da la impresión de que algunos políticos desarrollan su actividad cegados por una niebla incluso más densa que la que cayó aquel día sobre Londres. La niebla del dogmatismo.

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