Juan Soto - El garabato del torreón
Lugo, verano de 1936
El diario de Ben-Cho-Shey, manuscrito e inédito, merece otra suerte distinta a la que parece condenado
«O Goberno Civil está cheo de xente que co pretexto de ofrecerse van espiar e cheirar o que ocurre. Os alí reunidos están preocupados pero non resolven ren». Son palabras del diario que Ben-Cho-Shey escribió en los primeros días que siguieron al ... golpe militar de 1936, cuyo octogésimo aniversario se cumple precisamente hoy, 18 de julio. Xosé Ramón y Fernández-Oxea (el pseudónimo Ben-Cho-Shey nació como firma de las crónicas sobre la guerra de Marruecos que enviaba a «La Zarpa», el periódico orensano que dirigía el atrabiliario clérigo Basilio Álvarez) era entonces inspector de Primera Enseñanza y presidente del Partido Galleguista en Lugo, organización que contaba por aquellos meses con un secretario tan escasamente dotado de habilidades burocráticas como Ánxel Fole.
Aquel l8 de julio, a las pocas horas de que fuese divulgada la noticia de la sublevación franquista en África, Ben-Cho-Shey comenzó a anotar sus impresiones acerca de las dramáticas consecuencias con que el golpe repercutía una ciudad como Lugo, aparentemente gris y anodina, paralizada en la inercia de los siglos pero en cuyos pliegues sociales se escondían rencores y amores, héroes y villanos, miserias y glorias. Caligrafía clarísima, redacción luminosa y precisa. Son páginas de valor extraordinario, no solo por lo que en ellas se recoge sino por la perspicaz serenidad con la que quien las escribe se enfrenta a una situación pavorosa.
Por increíble que parezca, el dietario de Ben-Cho-Shey permanece inédito, no sabemos si por desconocimiento de su existencia o por temor a que su exhumación pueda molestar a alguien o constituya un desdoro para los partidos —tanto de izquierda como de derecha, tanto de subordinación compostelana como madrileña— que pugnan por escaños y remuneraciones y pretenden presentarse ante los infelices contribuyentes como herederos legítimos de un pasado inmaculado. De quienes se reclaman administradores exclusivos de la llamada Memoria Histórica, mejor no decir nada: aquí, en estas páginas, están retratados sus mayores, no siempre limpios de polvo y paja. En todo caso, el diario lucense de Ben-Cho-Shey, manuscrito e inédito, merece otra suerte distinta a la que parece condenado por la institución que lo custodia.
A todos nos lo exigió Cernuda: «Recuérdalo tú y recuérdalo a otros». Pero los políticos lucenses no han leído al gran poeta sevillano.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete