El legado póstumo de Fernández-Xesta

Esta entrega final de «Ejércitos y campañas. Testimonios postales de la Historia de España» —el primer tomo se editó en marzo de 2016— concluye el viaje del periodista a lomos de cartas, postales y sellos narrando batallones y batallas como protagonistas de un relato que en esta ocasión arranca con la coronación de Isabel II y remata en la Segunda República. Tras su publicación por capítulos en la «Revista de Filatelia», la editorial Edifil los reúne ahora en este segundo y definitivo volumen .

¿Y cómo se enhebran los documentos gráficos con el relato histórico para que el paño sea de fácil lectura? «Con el talento de Armando para la amenidad» , explica el investigador y coleccionista Andrés García Pascual, íntimo de Fernández-Xesta y que ayer participó en la presentación del libro. «Tenía una enorme capacidad para mezclar lo divino con lo humano , que se sumaba a su profundo conocimiento de la historia y al excelente material que aporta para la obra», destaca, «era un maestro para engancharte a través de una lectura entretenida».

El punto final del segundo volumen se sitúa en la proclamación de la Segunda República, «pero sé que Armando se quedó con ganas de poder escribir varios capítulos sobre la Guerra Civil, los había empezado a bocetar» . La enfermedad fue caprichosa con este periodista de raza que encontró en el coleccionismo y la historia militar española su gran pasión vital. «En su casa atesoraba una biblioteca espeluznante» por sus dimensiones, asevera García Pascual, «tenía más de 40.000 volúmenes de la Segunda Guerra Mundial, la colección más importante en manos privadas de toda España», a lo que sumaba «más de 100.000 soldados de plomo». Las aficiones del niño que fue le acompañaron hasta el final, como buen «chiflatélico», en definición de su amigo García Pascual.

La narración se apoya en una excepcional reproducción de testimonios postales , desde cartas a tarjetas o sellos, que permiten al lector contemplar documentos originales de la revolución «Gloriosa» de 1868, las campañas en el Norte de África en los siglos XIX y XX, la tercera guerra carlista, el Desastre de Annual o la dictadura de Primo de Rivera.

«Hay varias piezas muy importantes, como la única carta conocida del Ejército Expedicionario a Portugal bajo el mando del general García de la Concha en 1847», detalla García Pascual, «una carta estupenda del sitio de Cartagena durante la guerra cantonal» o «una colección de tarjetas patrióticas norteamericanas de propaganda, llena de amarillismo y mentiras de Hearst y Pulitzer» para la guerra de Cuba. Algunos incunables, fruto del «cazador persistente» que era Fernández-Xesta en la búsqueda de documentos y originales. «Iba tras la pieza hasta el final del bosque, porque en esas búsquedas está nuestra diversión», asevera quien le conoció bien.

Cuando en su día entregó el texto final del libro a su editor, Ángel Laiz, Fernández-Xesta le escribió: «Costó, pero mereció la pena» . Ahora está en manos del lector aceptar la invitación de Armando y acompañarle en su viaje postal por los campos de batalla compartiendo la inmortal ilusión de este maestro periodista.