Los dos hombres que han puesto en jaque a la patronal

1. No, lo que tiene que haber es un cambio radical del modelo de la Confederación de Empresarios de Galicia. Lo que no tiene ningún sentido es que esto siga siendo una pelea de ver quién es el que manda y qué alianzas se van a formar para ignorar a otros. Su origen hace cerca de 40 años era la representación de las cuatro provincias. Lo que no puede ser es que algunas provinciales aliadas con sectoriales tengan asegurado el gobierno de la CEG. Este es un modelo caduco. La organización no fue pensada para eso, sino para la representación de todos los empresarios de la Comunidad gallega.

2. El modelo actual sí. Todas las reuniones se pierden en dirimir quién es el presidente y con quién se alía para seguir ignorando o despreciando a otros, haciendo lo que a él le parece oportuno. La CEG debería servir para unir a los empresarios, tratar sus preocupaciones y defender sus intereses, los de los trabajadores y de la sociedad en general. Cómo debemos mejorar nuestra competitividad, nuestras infraestructuras... un montón de cuestiones que se pierden en un debate estéril sobre si hay dinero para la hipoteca o quiénes van a ocupar los distintos cargos. Desde luego nosotros en la CEO tratamos los problemas diarios de los empresarios, políticas empresariales, económicas, laborales...

3. A nivel interno en la junta directiva hemos hablado sobre el modelo que queremos para la CEG y en la próxima reunión tomaremos alguna decisión en este sentido. Si el modelo actual se mantiene, con ese juego de mayorías la Confederación de Empresarios de Orense no se sentirá muy involucrada en el futuro de la patronal gallega.

4. No es una escisión. Pontevedra ha tomado la decisión de no asistir a las reuniones del comité ejecutivo ni de la junta directiva durante el tiempo que ellos consideren, pero no han dicho nada de las asambleas. En nuestro caso, nosotros tenemos convocada una junta directiva de la CEO el día 23 y en ella abordaremos este tema, ya que hay una amplia mayoría del empresariado orensano que nos ha trasladado su hondo malestar con la actitud de la CEG en los últimos tiempos. No tenemos ningún interés en seguir asistiendo a unas reuniones tensas, donde hemos sufrido los representantes de la provincia amenazas, insultos... No tiene ningún sentido que en la Confederación gallega se vivan episodios de esta naturaleza.

5. Habría que ver qué dicen los estatutos al respecto. Parece ser que el presidente hablaba de algún tipo de consecuencias por no asistir a los comités y las juntas, pero no sé hasta qué punto puede haberlas, lo desconozco.

6. Si alguien lo entiende así, no tiene razones para ello. Fontenla se ha quejado también de que durante el gobierno de Alvariño La Coruña fue ignorada. Como le dije personalmente, nadie de Orense le reprochó nunca (a Fontenla) nada de las cosas que hizo. En todo caso si hay quien siente esto como una guerra localista es precisamente lo que tenemos que superar. Habrá que hacer unos nuevos estatutos, un nuevo modelo que podría empezar por que no haya cada cuatro años una lucha por la presidencia, quizás con una rotatoria, con mayores competencias ejecutivas de los vicepresidentes en algunas áreas y darle una vuelta importante a la representación de las sectoriales que ya están incorporadas, en algunos casos, a las patronales provinciales. Evitar esta lucha por el poder y, en consecuencia, el deterioro de la imagen de la CEG.

7. Ahora resulta que dicen que no hubo pacto, cuando todos los medios de comunicación se hicieron eco de ello. La propuesta de Pontevedra era que ninguna confederación presentaría un candidato que no fuera avalado por el resto. Este era el pacto y no solo lo violentó La Coruña, sino que Lugo la apoyó.

8. Con este modelo, estas formas y este contenido no estamos cómodos. Son engaños constantes y falta de seriedad. Cuando la confianza se destruye es difícil recuperar la buena senda.

1. No si las personas que están ahora en la Confederación de Empresarios de Galicia no son conscientes de lo mal que lo hemos estado haciendo hasta ahora y de lo rematadamente mal que lo han hecho en estos últimos 40 días. Si entran en reflexión de cuál es el verdadero objetivo de la CEG y dejamos de mirarnos el ombligo, entonces sí tendremos futuro como organización.

2 . Sí, claramente. Un modelo agotado en la medida en la que no se están defendiendo los intereses de los empresarios ni de los territorios. No estamos siendo ágiles, porque esto se llama globalización, competitividad, Portugal, norte de África... Por tanto, mientras sigamos en esta lucha de tronos, de quién manda y quién no manda o cómo modificamos estatutos, este debate no es el que nosotros queremos y, desde este punto de vista, sí consideramos que el modelo está agotado y que, de seguir así, fracasaremos.

3 . No. En los últimos dos años solo estamos hablando de estatutos y de financiación de la propia Confederación de Empresarios de Galicia. Esto no es lo que nos están pidiendo los empresarios. Por tanto, no, no nos sentimos representados en absoluto.

4. Bueno, creemos que es la alternativa más transparente, más seria. Hemos dicho claramente que no queremos una escisión, una batalla norte-sur, no queremos esto, queremos una baja temporal que nos sirva a todos para reflexionar. Podríamos haberlo hecho de una forma más cínica, que es no ir a las reuniones y no decirlo; escudarnos en que teníamos una agenda complicada cuando nos convocaran y no asistir; o negarnos a todo. Creemos que éste es un primer paso, como en una pareja, previo al divorcio. Nuestra intención es separar durante un tiempo las relaciones, que nos sirva para pensar si ésta es la CEG que queremos que nos represente y que defienda nuestros intereses. No es una escisión, es un primer paso.

5. Claro que lo hemos valorado, pero nosotros llevamos tiempo apostando por participar en proyectos internacionales, por hacer una reflexión muy profunda de qué queremos hacer desde el punto de vista de prestación de servicios. Las consecuencias que pueda tener esta decisión yo creo que pueden ser más de imagen que formales, pero nos complicaría más nuestra imagen seguir haciendo lo que se viene haciendo en los últimos dos años.

6. Nosotros hemos defendido, yo particularmente he seguido la doctrina de Fernández Alvariño (expresidente de la CEG) cuando hablaba de una «Galicia global empresarial». Él siempre defendió esto, quería romper esa barrera norte-sur. Yo sigo en esa línea. Pontevedra ya dijo que no iba a dar el paso a la presidencia, que tenía que ser una persona que no fuera presidente provincial para ser lo más independiente posible y, precisamente, para evitar la batalla localista, y no somos nosotros los que rompimos el consenso para presentar un candidato a última hora. Si alguien considera que esto es arrancar una batalla norte-sur, desde luego ha empezado por el norte.

7. Desde la CEG no pueden negarla. Hasta hoy nadie me ha dicho que esté mintiendo, no pueden. Los cuatro presidentes provinciales llegamos a un pacto y a última hora se presenta una candidatura. Al martes siguiente, en un nuevo comité directivo, le pedimos a Arias que retire su candidatura. Le explicamos todo lo que pasó y delante estaban los representantes de Lugo y La Coruña. El pacto existió, no pueden decir que no, trabajamos en él durante tres meses, y en el último momento alguien lo violentó. Cuando uno comete ese error, si se reconoce, yo no lo llamo traición. 8. Que los dirigentes de la CEG se den cuenta de que lo que estamos trasladando es un malestar. No pueden refugiarse en que no tienen una notificación oficial o que la baja temporal no está contemplada en los estatutos. Esto es más serio, no se puede simplificar con unos estatutos. Llevamos diez días diciendo lo que íbamos a hacer.

8 . Que los dirigentes de la CEG se den cuenta de que lo que estamos trasladando es un malestar. No pueden refugiarse en que no tienen una notificación oficial o que la baja temporal no está contemplada en los estatutos. Esto es más serio, no se puede simplificar con unos estatutos. Llevamos diciendo diez días que lo íbamos a hacer.