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INDUSTRIA ELECTROINTENSIVA

El Gobierno busca inversor para la planta de Alcoa en San Cibrao

El Ministerio acuerda con la plantilla crear una mesa multilateral para abordar el cierre

Protestas de los trabajadores de Alcoa San Cibrao esta semana EFE
Natalia Sequeiro

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La historia se repite. El Gobierno central quiere la misma salida para Alcoa San Cibrao que para las plantas de La Coruña y Avilés. El presidente Pedro Sánchez desveló hoy en el Congreso que e l Ejecutivo busca inversor para la última factoría de aluminio primario que queda en España , después de que la multinacional haya abierto un periodo de consultas informal para despedir al 85% de la plantilla. De consumarse, supondría el cierre de la factoría, de la que Alcoa sólo quiere aprovechar la parte de la fundición.

Sánchez se refirió a la situación de la planta de la Mariña lucense tras ser preguntado por el diputado del BNG, Néstor Rego, en la sesión de control del Congreso, según informa Efe. El presidente explicó que tras el anuncio del despido colectivo, el Gobierno estableció contactos con Alcoa para encontrar una solución y anunció que buscan un inversor que permita «salvar» la factoría. En San Cibrao se repetiría el guión de La Coruña y Avilés. En octubre de 2018, Alcoa comunicó su intención de clausurar ambas plantas, pero unos meses después, en enero de 2019, daba marcha atrás y se abría a cedérselas a un inversor. Sánchez defendió que los problemas de estas industrias se arrastraban desde la etapa del PP en el Gobierno y destacó que su gabinete tuteló el proceso de venta y logró evitar el cierre y el despido de los trabajadores. Pero la situación no se ha calmado y en las últimas semanas las plantillas de ambas factorías han intensificado sus protestas.

Fuentes de Alcoa consultadas por ABC se limitaban a afirmar ayer que por el momento la empresa «está centrada en el periodo informal de consultas con los trabajadores» sobre su plan de despido colectivo y evitaban comentar cualquier posibilidad de cesión de San Cibrao. «Tenemos que reclamarle responsabilidad a una empresa que ha recibido 38 millones a cambio de mantener empleos y nos ofrece ahora este escenario absolutamente insatisfactorio», manifestó el presidente en el Congreso.

Sánchez trató, además, de dejar claro su «compromiso» con el «mantenimiento del tejido industrial, especialmente en Galicia», y citó como medidas las compensaciones por emisiones de dióxido de carbono (CO2), el Plan Reindus o el prometido Estatuto electrointensivo, que tras meses de espera ha quedado nuevamente paralizado debido a la crisis del coronavirus. El estatuto recoge las medidas del Gobierno central para intentar rebajar la factura eléctrica a la industria gran consumidora de energía, pero tanto la patronal del sector, como Alcoa o los propios trabajadores han considerado que aún en el caso de que llegue a aprobarse no solucionaría los problemas.

Mesa multilateral

Durante la jornada, l os trabajadores mantuvieron también la primera reunión vía telemática con el Ministerio de Industria tras el anuncio de los despidos. El presidente del comité de Alcoa San Cibrao, José Antonio Zan, remitía un vídeo a los medios de comunicación en el que valoraba que habían acordado con el secretario general de Industria, Raúl Blanco, convocar la mesa multilateral de la factoría, en la que estarán representadas las administraciones públicas, la empresa y los trabajadores . «Queremos que Alcoa diga claramente si quiere continuar o no, y si no, buscar una salida a esta problemática que se ha creado», explicó Zan. Los trabajadores que en los últimos días han pedido que el Estado intervenga la empresa, preparan una manifestación para este domingo en Viveiro . También está previsto que el comité se reúna mañana con la Xunta de Galicia para buscar una solución a la situación y mantener el empleo en la factoría.

A la situación de Alcoa se refirió también el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. En un encuentro digital organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección y Deloitte bajo el título «De vuelta a la normalidad en Galicia, el mandatario autonómico censuró la política energética y medioambiental del Gobierno central. «En economía, los planteamientos ideológicos, muy respetables desde el punto de vista teórico, lo que hacen es crear paro y pobreza», consideró. El presidente fue muy crítico y tachó de «grave error» los efectos de estas políticas en las plantas de Alcoa (Lugo) y Endesa (As Pontes) , así como en las industrias situadas en la dominio público marítimo-terrestre.

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