«Galicia debe defender los intereses del empresariado con una sola voz y fuerte»

—¿Se veía en la presidencia? ¿Esperaba un resultado tan ajustado?

—Ya dijimos que el resultado de las elecciones iba a estar muy ajustado, pero confiábamos en nuestra candidatura y en los apoyos que nos trasmitieron. Claro que nos veíamos ganadores.

—En sus primeras palabras como líder de la CEG llamó a «abandonar los egos» y «trabajar unidos por el futuro de la Confederación». ¿Confía en ello?

—El presidente de la Confederación provincial de Orense ya ha dicho que está por la labor de trabajar todos juntos y por el bien de la organización. Estos primeros días quizás han sido un poco turbulentos por el desasosiego de haber perdido unas elecciones, pero ahora todos estamos en la línea de colaborar y remar a la vez.

—Después de las graves acusaciones que se han vertido estos días dejando entrever que pudo haber «fraude electoral», ¿cree que es posible encauzar la situación?

—Respecto al proceso tengo poco que decir. Yo concretamente no validé nada. Ambos teníamos los mismos compromisarios y gané yo, aunque fuera por un estrecho margen. Yo creo que esto le corresponde a la Secretaría General aclararlo. Por delante, que quede claro mi compromiso con la transparencia. Y en caso de que hubiese algún error en el censo, que yo no lo creo, lo que tendremos es que resolverlo de aquí en adelante.

—Efectivamente la Secretaría de la CEG ya ha certificado la legalidad del proceso, pero las explicaciones no han convencido a la patronal de Orense.

—Es el mismo censo que había cuando se presentó José Manuel Fernández Alvariño, no se modificó nada. Insisto en que si hay errores, nos sentemos a resolverlos de aquí en adelante, con el objetivo de garantizar la máxima transparencia como no puede ser de otro modo. Para ello es necesario hacer una reforma de los estatutos conforme al siglo XXI, consensuada entre todos los agentes que componemos la CEG. Ahora tenemos que ajustarnos a lo que hay, no podemos hacer otra cosa.

—¿Una reforma de los estatutos que incluya la moción de censura que no salió adelante el día de las elecciones?

—Sin lugar a dudas. El presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia no puede ser un ente intocable. Si hay un sector que no está de acuerdo con su gestión, debe tener a su alcance mecanismos para obligarle a que dé explicaciones.

—¿Está decepcionado con la actitud de Pérez Canal? Le acusó de ser el «hombre de paja» del presidente coruñés, Antonio Fontenla.

—Son descalificaciones que están fuera de lugar, pero entiendo que son fruto del momento y no le doy más importancia. Como le dije en nuestra reunión del jueves, él no perdió por La Coruña ni por las sectoriales.

—Rechaza entonces que su elección no fuera democrática.

—Por supuesto. Yo eché solo un voto en la urna y participé en un procedimiento electoral aprobado por la junta de la Confederación. Con todo, en mi conversación con Pérez Canal reconocí en él un talante negociador, también reivindicativo como no podía ser de otro modo, y le trasladé mi compromiso de trabajar por Orense al igual que por el resto de provincias.

—¿Cree que será difícil la convivencia con Pérez Canal en la vicepresidencia?

—Sinceramente espero que no. El señor Pérez Canal es un caballero y como tal sabrá estar a la altura, al margen de los desencuentros puntuales que pueda haber por diferentes puntos de vista.

—En este escenario, vamos a definirlo de calma tensa, ¿ve posible superar esa imagen de división?

—Tratar de que desaparezca esta calma tensa y que torne en una calma plácida es el compromiso que adquirimos tanto Pérez Canal como yo en nuestra cita del otro día. He hablado con el secretario general de Lugo y con los presidentes de Pontevedra y La Coruña y estamos en la misma sintonía. Creo que es el camino, aunque reconozco que lo estamos iniciando y no solo por la Confederación, se lo debemos a los empresarios. Necesitamos una CEG unida.

—Y en ese futuro inmediato, ¿cuáles son los pasos a seguir?

—Me reuní ya con el secretario general de la Confederación al que solicité un informe para conocer al detalle cuál es la situación real de la CEG y en base al resultado debatiremos sobre cuáles son las medidas de carácter inmediato que hay que tomar. El siguiente paso será reunirnos con los presidentes provinciales, los agentes sociales y el presidente de la Xunta. A Alberto Núñez Feijóo le trasladaremos nuestra intención de recuperar el peso en las instituciones, actuando bajo los principios de autonomía e independencia y en defensa de los intereses comunes de los empresarios. Creo que Galicia debe tener una voz fuerte ante el empresariado español y todas las instituciones.

—¿Es tan delicada como se ha dado a entender la situación económica?

—Tampoco es tan delicada, es una situación difícil, pero perfectamente superable con la colaboración y ayuda de todos. Habrá que hacer pequeños ajustes, ver dónde tenemos que recortar y ser más austeros. Estoy convencido de que en un plazo medianamente razonable la estabilidad llegará tanto en la parte económica como en la institucional.

—¿Es partidario de reducir la dependencia de las ayudas y vivir de los recursos propios?

—Yo soy más partidario de incrementar los ingresos vía proyectos propios, aunque no niego las ayudas externas, las institucionales. Proyectos que no solo garanticen la supervivencia económica de la Confederación de Empresarios de Galicia, sino que nos den credibilidad ante la sociedad. La CEG no solo está para figurar, tiene grandes activos e iniciativas que puede desarrollar, de colaboración con otras entidades, transfronterizas, con Europa... Tenemos que potenciar la red Pexga en el extranjero y apostar por el I+D+i, captar inversiones y responder a las demandas de nuestro empresariado.