El fuego que arrasó Monterrei fue provocado por «algún desalmado»

Sobre esta actividad delictiva, el titular aseguró que los responsables de estos focos de iniciación «saben perfectamente dónde se colocan» en situaciones con viento y condiciones meteorológicas adversas, de forma que «intencionadamente» prenden incendios que «ponen en peligro tanto a los bienes como a las personas». Además de requerir la colaboración ciudadana a través de una línea de denuncia anónima que contribuya a desenmascarar a quienes queman el monte, la Policía Autonómica vigila de cerca a «91 personas» calificadas como incendiarios recurrentes . Su perfil responde al de vecinos próximos a la zona donde prenden, que conocen el monte a la perfección y saben esperar el momento en el que las condiciones son más favorables para que las llamas avancen, es decir, cuando el viento y el calor convierten el fuego en indomable.

Además, es frecuente que estos conatos se inicien a última hora de la tarde cuando los medios aéreos ya no pueden sobrevolar el incendio y todo queda en mano de los servicios terrestres de extinción. En el caso de Monterrei, que se aproximó peligrosamente a las casas, para estabilizar las llamas fueron necesarios 30 agentes, 74 brigadas, 31 motobombas, 2 palas, 9 helicópteros y 12 aviones así como numerosos efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), de acuerdo con el último balance de Medio Rural.

El primer gran incendio de la temporada sumó, junto con los de Verín (250 hectáreas) y Viana do Bolo (144), más de un millar de hectáreas forestales quemadas en cuestión de una semana en la provincia de Orense, una de las más afectadas por las llamas cada verano. A falta de un balance completo y con los núcleos de población a salvo de las llamas, esta semana negra en el monte deja a su paso daños de consideración en pequeños viñedos, huertas y colmenas. También resultó afectado, en declaraciones del alcalde de Monterrei a la agencia Efe, un pequeño invernadero, que representan el sustento para muchos vecinos de estas zonas.

Con medio verano todavía por delante, las medidas de control se extreman ante el elevado riesgo de incendio que se focaliza en el interior de la Comunidad, la zona donde los termómetros más se han disparado en los últimos días ante la llegada de una ola de calor africano que no da respiro al monte gallego. Ayer, las temperaturas en Orense alcanzaron los 37 grados y a lo largo de la semana subirán hasta acariciar los 40.

En cualquier caso, la lucha contra el fuego no cesa. Ni mucho menos. En las últimas horas se han declarado nuevos incendios. Desde las 2,47 de la pasada madrugada permanece activo un fuego en el concello lugués de Quiroga, en la parroquia de la Enciñeira , con unas 20 hectáreas afectadas, según las primeras estimaciones. La evolución es «favorable», indica el departamento autonómico de Medio Rural. Se han movilizado ya dos agentes, diez brigadas, tres motobombas, una pala, cinco helicópteros y tres aviones, según la última actualización.

Ya publicado el anterior balance, la cuenta de la Xunta en redes sociales dedicada a informar de fuegos forestales ha desvelado que se han registrado cinco incendios en el municipio pontevedrés de Cotobade «en poco más de una hora» , algo que «evidencia una clara intencionalidad».

Desde el Gobierno autonómico, una vez más, se realiza «una llamada a la ciudadanía para que denuncie cualquier movimiento o conducta sospechosa en el teléfono anónimo, confidencial y grautito 900 815 085 .