Inditex entrega a la sanidad pública las primeras 4.000 batas fabricadas en sus talleres

Estas batas cosidas en la central de Inditex en Sabón (Arteixo, La Coruña) no son un modelo desechable, sino que están pensadas para poder reutilizarse. El patrón —según adelantó el digital Nius— es idéntico al de las batas que se usan diariamente en el Servicio Gallego de Salud (Sergas): de manga larga, tela antisalpicaduras, de color verde y ajustables tanto en cintura como en cuello, detalles confirmados también por este periódico. Además, tienen cosida la etiqueta de Zara , donde se indica si se trata de la talla mediana o grande, las dos que se han fabricado.

El comentario entre el personal usuario es que se trata «de batas muy cómodas», que «no dan tanto calor» como otros modelos y destacan que «se puedan mandar a lavar». En este mismo hospital también disponen de otra batas, estas de color blanco, fabricadas por la compañía orensana Textil Lonia (Purificación García y Carolina Herrera), que también ha fabricado y donado material sanitario y de protección a la sanidad pública gallega.

El Sergas facilitó a las distintas empresas del sector una de sus batas, a partir de las cuales se elaboraron los patrones sobre los que se han confeccionado estos modelos. Inditex y el resto de empresas del sector en Galicia están cosiendo bien batas de un solo uso, bien otras pensadas para ser reutilizadas. Previamente, las compañías remiten al Sergas las telas que van localizando entre comercializadores y fondos de stock para que sean validadas por los expertos sanitarios.

Desde el inicio de la crisis sanitaria, Inditex se ha volcado en la medida de sus posibilidades para colaborar con las administraciones públicas . Por un lado, poniendo a disposición de gobiernos su red logística , con la que traer material sanitario y de protección desde China, con un enlace aéreo semanal; por otro, mediante donaciones de mascarillas, batas y otro equipamiento indispensable en estos momentos, que se suma al aportado en paralelo por la Fundación Amancio Ortega .

En el plano empresarial, Inditex ha decidido hasta el momento seguir asumiento las nóminas de sus 47.000 empleados a pesar de que su red de tiendas físicas permanece cerrada desde que se decretó el estado de alarma. La multinacional textil había barajado presentar un ERTE a 25.000 de sus empleados, pero como comunicó esta semana, no será tampoco en el mes de abril. Un «comportamiento ejemplar» reconocido así este jueves por la ministra portavz del Gobierno, la titular de Economía María Jesús Montero.

El trabajo de la matriz de Zara se complementa con el de otras muchas empresas del sector textil gallego, medianas y pequeñas, volcadas también de manera desinteresada en la fabricación de batas y mascarillas, una actividad que según informaron desde el Clúster Industrial del Textil de Galicia (Cointega), está lejos de ser rentable para las compañías, en parámetros económicos. «Todas las empresas están incurriendo en gasto , y algunas incluso que además de donar tiene pedidos del Sergas está vendiendo su producción por debajo de precio de coste».

Según apuntó a ABC Alberto Rocha, secretario general de Cointega, el conglomerado formado por Roberto Verino, Selmark, Confecciones Hortensia y Carmen Vázquez ya entregó recientemente unas 9.000 batas sanitarias. La fabricación de cada bata en Galicia tiene un coste «superior al euro» y lleva unos diez minutos , mientras que comprar en el exterior los modelos más simples no llega a los 0,17 euros. Con las mascarillas sucede algo similar. «Con una máquina que estamos intentando traer, fabricarlas cuesta unos 0,15 céntimos, mientras que a una pyme le sale por más de un euro».

«Esto no es rentable confeccionarlo aquí», reconoce Rocha, «por eso estamos intentando llegar a acuerdos con ingenierías para instalar una máquina que automatiza el proceso de las mascarillas, que no las cose sino que las une mediante termosellado, con un proceso automatizado». Lo que en modo alguno es rentable es que «haya gente cosiéndolas». «Ni la industria, ni la sanidad pueden soportar estos sobrecostes» , advierte el portavoz del Clúster, «hay que pensar que estamos ahora en una clave de emergencia, pero si queremos en el futuro que haya un nicho de oportunidad, tendrá que ser con procesos automatizados».