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Galicia

Feijóo afea que el acuerdo PSOE-Unidas Podemos es una firma para no gobernar Galicia «en muchos años»

El líder del PSdeG remarca que representan «a la mayoría de los gallegos»

Feijóo, durante la sesión de este miércoles EFE/LAVANDEIRA JR

David Gómez

La resaca electoral y la previa de unas nuevas elecciones llegó a la sesión de control al presidente de la Xunta celebrada este miércoles en el Parlamento gallego. La discusión dialéctica entre el líder autonómico, Alberto Núñez Feijóo, y el secretario xeral del PSdeG y cabeza de la oposición, Gonzalo Caballero, se ha dirigido a una serie de reproches y críticas en un ambiente en el que ambos partidos han tratado de sacar rédito a sus victoria s de la noche del 10-N mientras ponían el foco (de mucha intensidad) en las desgracias del otro.

Así, Caballero en su intervención inicial realizó una pregunta más orientada a temas parlamentarios, como la desigualdad entre hombres y mujeres y las desigualdades en el rural, pero pronto la alocución giró a disparar al líder popular , con la referencia de que actualmente el PP no tiene ningún alcalde en las siete grandes ciudades, donde se suspende de «forma palmaria» al PP, reprochando que su único socio en estas urbes es el alcalde de Orense, Gonzalo Pérez Jácome.

Arrancó Feijóo casi también al instante el ventilador. Por una parte, para reprochar el «futuro que le espera a Galicia con ustedes» , pero también, afirmó Feijóo entre las carcajadas de la bancada popular, presentes durante toda la intervención de su líder, para ser comprensivo porque no «pudieron dormir por la noche» tras el acuerdo PSOE-Unidas Podemos firmado el martes, un pacto que hace a los socialistas «perder la centralidad política».

Esa pérdida, a juicio del presidente, hará que el PSOE no pueda oler la Xunta «durante muchos años», con un Ejecutiv o, que a pesar de todavía no estar formado, Feijóo ya se pregunta «cuántos meses durará» . A renglón seguido volvió a alabar el titular autonómico «la estabilidad» de su Gobierno, mientras afeaba a la bancada socialista que pactase con una formación que recibió feroces críticas (más bien en Madrid) durante el inacabable periodo electoral que vive España en este 2019. Es por ello que le pidió que se «disculpase».

No le quedaba a Caballero otra opción que defenderse, aunque tampoco se le veía incómodo en ese territorio: también tenía sus argumentos de por qué el PSdeG salió vencedor el domingo a pesar de ceder la primera plaza por escasas décimas. Recordó el socialista que el 10-N el 54 por ciento de los gallegos escogieron una papeleta del arco izquierdo del panorama político (la suma aproximada del PSdeG, En Común, BNG y Más País, por el 44 por ciento del de derecha (PP, Vox y Cs)). Reprochó que esos datos, a pesar de la bajada socialista, permanecen estancos. Diagnóstico: «La realidad de un país que quiere progresar, que quería un acuerdo ».

Esa mayoría que votó progresista hace, desde la óptica de Caballero, que los socialistas gallegos no hayan perdido la centralidad, como asegura Feijóo. « Representamos a la mayoría de los gallegos , que no quieren ver a Casado y a sus socios controlando España y no quiere a un presidente que hace discursos cínicos, que dice una cosa un día y hace otra», argumentó desde su escaño.

Era evidente que Feijóo no iba a compartir la óptica socialista de lo que ocurrió el domingo. Tanto es así que el presidente cuestionó a Caballero «en qué mundo vive» , para destacar que el PSOE ganó en España y en Galicia quedó segundo, al contrario de lo que pasó con el PP, además de remarcar que el PSdeG baja más a nivel gallego que el PSOE a nivel nacional, y de nuevo, el PPdeG consigue lo contrario. A partir de esos datos, reprochó Feijóo a Caballero que «no fue humilde en la victoria y lo patético es ser soberbio en la derrota» . «No haga el ridículo cuando pierda», remató a Caballero.

El resto de partidos también fueron mentados a lo largo de las intervenciones de los grupos. Una de las estrellas, un día más, fue Vox. Primero lo sacó el portavoz del Grupo Común da Esquerda, Antón Sánchez, inquiriendo al presidente sobre si «van a seguir pactando» con la formación de ultraderecha. El propio Feijóo lo mencionaría para intentar utilizarlo a su favor, afirmando que el PSdeG y Vox mantienen puntos en común: el deseo en echarle de San Caetano . Caballero reprochó los acuerdos populares en diferentes puntos de España con la formación de Santiago Abascal.

Feijóo también aprovechó uno de sus turnos para, suponiendo la formación de esa coalición firmada el martes con el voto favorable en la investidura, reclamar al Grupo Común que tome medidas en el plano industrial con su presencia en el Consejo de Ministros.

Guiños a Leiceaga

Por otra parte, y aunque probablemente su presencia en las preguntas al presidente se alargue alguna sesión más, Feijóo aprovechó para mostrar «respeto y admiración» a Xoaquín Fernández Leiceaga , que abandonará el hemiciclo para entrar en otro: el del Senado . Este gesto, según Feijóo, hace que los populares muestren «más respeto y admiración» por el portavoz que el que tiene el propio PSdeG. El motivo, que «le estorban [a Caballero] los que saben más que usted» , porque Leiceaga es su «mejor diputado».

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