AGE boicotea el blindaje de las inversiones urbanísticas en Vigo

La decisión de los rupturistas no impidió la aprobación de la Ley del Suelo y el anuncio de la modificación inminente del artículo para garantizar la seguridad jurídica de proyectos como el de la expansión del grupo PSA Citroën . En este sentido, el portavoz del grupo popular, Jaime Castiñeira, reprochó la «demagogia e interés partidista» de AGE «poniendo por delante intereses de grupo al de los gallegos». De hecho, asoció la postura de Alternativa con que esta formación «nace con la crisis» y «necesitan de la crisis económica para seguir existiendo». «Eso está estudiado», remató. El parlamentario defendió que la enmienda al artículo 144 «no es una chapuza» , pues, a su juicio, solo sirve para casos de «excepcional» interés y ofrece más garantías. Además, recordó que «el problema de Vigo lo crearon el alcalde de Vigo y el bipartito».

Por su parte, el alcalde de Vigo, Abel Caballero , reaccionó de manera inmediata y criticó que la alternativa a la que aboca AGE al no aceptar debatir la modificación de la Ley del Suelo implica «muchísimo más tiempo de este año» para permitir los cambios necesarios en la factoría de PSA Peugeot Citroën en Vigo, con lo que «significa el riesgo importantísimo de miles de empleos en este territorio». El regidor concluyó que «el riesgo para los empleos» a AGE y a la Marea de Vigo «les da igual, ellos tienen su sueldo, unos en el Parlamento y otros en el Ayuntamiento y no les importa nada». «Es una ignominia lo que está haciendo Mareas en contra de Vigo», apostilló, antes de arremeter nuevamente contra el portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, por seguir «en silencio».

Y a pesar de la reforma anunciada de un aspecto concreto del articulado, el Parlamento aprobó con los votos del PP la ley que actualiza la legislación en materia de ordenación del territorio . La nueva norma facilita edificar en suelo rústico y flexibiliza, al incorporar los criterios del Plan de Ordenación del Litoral (POL), la franja mínima de costa protegida. Entre las novedades del texto se incorpora la figura de los planes básicos para los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes, mientras pasan a considerarse como edificaciones tradicionales todas las anteriores al año 1975.

Sin embargo, la oposición se situó en bloque contra el nuevo texto. Desde el PSdeG, Xosé Sánchez Bugallo , aseguró que es «el peor texto de la historia de la autonomía» y la nacionalista Ana Pontón , argumentó que es «un paso atrás» ya que «el 75%» de los ayuntamientos siguen sin un planeamiento, se aboga por la «especulación» y «se salta la legalidad» para garantizar que ENCE siga en Pontevedra.

Desde AGE, el viceportavoz Sánchez manifestó que la Ley sigue un modelo de «liberalización y desregulación, obsoleto, insostenible y fracasado» , con 300.000 viviendas abandonadas en Galicia. Finalmente, el PP rechazó las críticas de la oposición y argumentó que se incorporaron 79 enmiendas, 45 de ellas de los grupos de izquierda. Jaime Castiñeira concluyó que la nueva ley es la «necesaria» , porque «no hay peor desprotección que no tener ninguna».