El álbum de fotos estival de Caballero

No ha habido controversia que ocupara páginas en los periódicos a la que no se sumara Caballero. Ha recorrido semanalmente municipios cuyos centros de salud acogieran protestas por la situación de la Atención Primaria: Val Miñor, Vigo, Valdeorras, Salvaterra, Mondariz, Viveiro, Malpica... Incluso allí donde la agenda indicaba hablar de infraestructuras o de fondos europeos colaba el mensaje sobre la sanidad. Mientras su secretario de organización incendiaba el partido con un artículo atacando a Besteiro y Formoso, Caballero esquivaba las preguntas de los periodistas y hablaba de los servicios públicos, poniendo en práctica ese viejo axioma de hablar de lo que tú quieres y no de lo que hablan los periódicos . El éxito de la maniobra ha sido bastante relativo.

En el afán para completar el álbum fotográfico, Caballero no quiso faltar el pasado miércoles a la zona afectada por el incendio de Ribas do Sil , incluso antes de que este se diera oficialmente por extinguido. Y en las redes tuvo también tiempo de mostrarse indignado por el ataque homófobo de Malasaña que no lo fue nunca, al tratarse de una invención reconocida días más tarde por la propia víctima.

Tampoco dejó de publicitar, con DNI en la mano, su aval a la precandidatura de Pedro Sánchez de cara al congreso federal del PSOE que se celebrará en octubre. La foto, que no pasaría de rutinaria, tiene su aquel, al estar enrarecida la relación de Caballero con Ferraz desde que la dirección del partido prefiere otro líder al frente del socialismo gallego y evita respaldar públicamente al sobrinísimo. La idea fuerza es seguir presentándose como la «alternativa» al PP, algo que la actual aritmética parlamentaria y las encuestas niegan con insistencia.

Este lunes puso la guinda con una foto en las escaleras del Parlamento con los alcaldes y portavoces socialistas de los concellos rurales que van a perder sus oficinas bancarias —acusando a Feijóo de «apuñalar los derechos» de los vecinos—, el último tren al que se sube el PSdeG en su estrategia de oposición . El penúltimo, anunciado la pasada semana, fue pedir una comisión de investigación por el vaciado de los embalses de la cuenca Miño-Sil por parte de las eléctricas, pero aquí fue a rebufo del BNG, que lo había solicitado ya 24 horas antes.