2024: las autonómicas que determinarán el ciclo político gallego a medio y largo plazo
El resultado de las elecciones influirá en el devenir de los partidos en la región
Balance político de 2023 en Galicia: el año del regreso de Besteiro y del adiós de Baltar y la legislatura
SANTIAGO
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónPor previsible que parezca, hay muchas cosas en juego el próximo 18 de febrero, fecha de las elecciones autonómicas gallegas. No está en disputa únicamente el color de la Xunta, sino también el devenir de los principales actores políticos en la Comunidad a medio ... y largo plazo. No será lo mismo si —como vaticinan por el momento el grueso de las encuestas— el PP revalida su mayoría absoluta a si, por el contrario, entrega el gobierno a un tripartito conformado por PSOE, BNG y Sumar, que a su vez mantiene como principal incógnita el orden y prevalencia de los partidos de la izquierda.
La victoria —con absoluta— de Alfonso Rueda convalidará no solo su gestión al frente del Ejecutivo regional, sino a la actual dirección del PP gallego, conformada tras la salida hacia Madrid de Alberto Núñez Feijóo. Se abriría en el centro-derecha gallego una etapa de estabilidad a medio plazo. A nivel nacional, el triunfo de Rueda lo homologaría a otros presidentes autonómicos que deben el cargo a las urnas, y cobrará más peso en los equilibrios internos en el PP a nivel nacional, probablemente como punto de equilibrio entre los dos grandes barones conservadores, el andaluz Juanma Moreno y la madrileña Isabel Díaz Ayuso.
Pero, de no producirse esa victoria electoral suficiente, el escenario que se desplegaría probablemente abriría la puerta a una renovación generacional en el PP gallego, con la llegada de algunos nombres que el partido ya tiene interiorizados y generarían poca sorpresa.
Besteiro, parte II
En el PSOE hay una hoja de ruta ya establecida, que se desarrollará independientemente de que se alcance el gobierno gallego o no este próximo 18F. El próximo secretario general del PSdeG será José Ramón Gómez Besteiro, regresando al cargo que se vio obligado a abandonar en 2016 por la presión de la juez Pilar de Lara. No es que ahora no tenga capacidad de decisión interna, dado que su acción política está coordinada al milímetro con el actual líder socialista,Valentín González Formoso. Pero este siempre entendió su etapa en el cargo como temporal, hasta el regreso de Besteiro, que lo retomará en un congreso gallego a celebrar a lo largo de 2024. El respaldo de Pedro Sánchez es inequívoco. El PSdeG se seguirá dirigiendo entre Lugo y La Coruña, y respetando la autonomía de Vigo.
Más incógnitas rodean a qué puede suceder en el BNG si Ana Pontón no alcanza el objetivo de acceder a la Presidencia de la Xunta el 18F. Estas son sus terceras elecciones como candidata, y lo hace con una organización sin ruido interno, que respeta su liderato y no cuestiona su apuesta por la moderación. No obstante, si en 2016 Pontón dirigía una nave a la deriva a punto de irse a las rocas, ahora dispone de la segunda fuerza política de Galicia, y un poder municipal reforzado, mayoritariamente gracias al PSOE. Un nuevo fiasco podría ser definitivo para abrir una nueva etapa en el nacionalismo gallego.
Qué ocurra con Sumar va a estar ligado a sus resultados en las urnas. Si se van de vacío —como ya le sucedió a Podemos en 2020—, lo más probable es que Marta Lois regrese a su escaño en el Congreso. Este escenario dificultará la construcción e implantación del partido en el territorio. Si consigue representación —a falta de saber quién la ocuparía—, podría ser una primera pica para recuperar la visibilidad perdida de la izquierda rupturista desde la debacle de En Marea en las anteriores autonómicas. Todo está abierto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete