Feijóo reclama un PP de mayorías que no se esconda en Cataluña

El Turó Parc de la Ciudad Condal ha recibido a Feijóo en un mitin al aire libre ante algo más de un millar de personas. Algo difícil de ver hace años. «Hemos llegado a lugares en Cataluña que antes no llegábamos», ha puesto en valor Feijóo. La satisfacción era palpable en el equipo del presidente. Un acto homologable en dimensiones, incluso más, que los que se están desarrollando esta campaña en otros lugares.

El líder gallego ha defendido su pedigrí como presidente de «una nacionalidad histórica» durante 14 años. Y se ha rebelado «contra la idea de que el PP tiene que ser testimonial». Al contrario, ha asegurado que está «en el camino de reivindicar que somos un partido de mayorías; en Cataluña, también». Feijóo ha insistido en vender a su partido como «única solución» que ofrece estimulos a votantes diferentes: los de Podemos o el PSOE para que Vox no tenga influencia; y los de Vox para garantizar que Pedro Sánchez no repita como presidente.

En las últimas elecciones generales el PP logró dos diputados en Cataluña. El sondeo de GAD3 para ABC publicado este domingo estima que el PP podría sacar hasta 8 el próximo 23J. Esto significaría 5 escaños por Barcelona, 1 por Tarragona, 1 por Lérida y 1 por Gerona. Lo de este último escaño es algo muy relevante, pues el PP solo lo logró en 2000 y en 2011. Las dos elecciones de las mayorías absolutas de José María Aznar y Mariano Rajoy. Un dato que despierta incredulidad.

En Génova sí perciben que hay un cambio que definen como «un retorno de la política adulta», pero creen que un resultado como el que apuntan las encuestas implicaría algo más: un giro sociológico. Ven claro en el PP que la independencia es ya percibida por la mayoría de los catalanes como una quimera y como un mal negocio. El vacío que deja Ciudadanos en ese espacio, la orfandad entre la clase empresarial catalana… Es el campo de juego donde Feijóo ha pedido la pelota. Este lunes se vendió como «el presidente de los catalanes». En Génova creen que además del crecimiento de la marca por su impulso en toda España, en Cataluña el perfil de su líder «no da miedo». Es decir, no moviliza al independentismo porque no se le percibe hostil a lo catalán.

No obstante, en el PP son cautos con los datos. No terminan de confiar en un resultado tan bajo para el independentismo como el que apuntan las encuestas. La publicada por este diario daba 8 escaños a Junts y los mismos a ERC. Generando ese triple empate en la segunda plaza con el PP. El PSC sería primero con 14. En las últimas generales, ERC fue primera fuerza con 13 escaños y Junts tuvo los mismos 8. Es decir; los partidos del independentismo perderían 5 escaños. Aunque todos los sondeos sí detectan un flujo de ERC al PSC, en Génova son cautelosos.

En el PP catalán reconocen que la movilización independentista «es una incógnita», aunque en este ciclo su voto no se enmarque en «la ilusión», sino en un planteamiento de defensa ante la sensación mayoritaria de un avance de la derecha. Todo está en el aire. Esos ocho escaños serían un resultado extraordinario para el PP. En algún sondeo no publicado ha llegado a haber un noveno escaño. Pero a la vez tampoco se descarta que los dos escaños de Lérida, Gerona o el quinto por Barcelona puedan fallar. Los votos que aquí logre Vox pueden ser decisivos. Y por eso Feijóo volvió a hablar de concentración del voto en el PP. Los más optimistas ven incluso un sexto en Barcelona. No dependerá sólo de las fuerzas propias sino de cómo se comportan los demás.