Feijóo tantea los apoyos para una moción, pero se topa con la negativa de los socios a abandonar a Sánchez

«He pedido a Miguel Tellado que llame a los grupos para que digan si su apoyo al PSOE sigue intacto. Ahora mismo son el único obstáculo para que los españoles hablen y podamos reparar tanta decadencia. La situación es insostenible». Las palabras de Feijóo dejaban claro el objetivo del PP, aunque deslizaba también la posibilidad de una moción de censura instrumental, que solo Vox está por ahora dispuesto a apoyar.

De hecho, los contactos de Tellado encontraron una rápida respuesta en los socios de Sánchez, que algunos respondieron sin necesidad de haber contestado al mensaje que le había enviado el hombre fuerte de Feijóo en el Congreso. El más rápido, Junts, dispuesto a negociar lo que sea, pero sobre una mesa situada en el extranjero. «En el PP ya saben cuáles son los mecanismos de Junts para tener conversaciones de esta índole de partido a partido. Saben con quién hay que hacerlo, con el presidente y el secretario general, que son los que representan y dirigen el partido, y la portavoz en el Congreso. El lugar donde hay que hacerlo, fuera del Estado por razones sobradamente conocidas», apuntaron este martes fuentes del partido independentista tras conocer las intenciones del PP.

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Una reunión con Carles Puigdemont en persona, en Suiza o en Bruselas. El mensaje era directo y claro y aterrizó con celeridad en la sala de prensa del Congreso, donde a esa hora comparecía Miguel Tellado. El portavoz, encargado de iniciar esos contactos con los grupos, tardó en responder a las demandas de Junts, quizá en un intento de no soliviantar a los independentistas, pero terminó descartando la reunión en el extranjero con el prófugo. «Quien ha ido a Waterloo a hablar con Puigdemont es un tal Rodríguez Zapatero, el sustituto de Santos Cerdán en las altas negociaciones del Gobierno. Nosotros no vamos a hacer lo que hemos criticado a otros. Nosotros no somos como el PSOE. No lo somos. Nadie nos encontrará ahí. Si tuviéramos tan pocos escrúpulos como ellos, Feijóo habría sido presidente de España después de las elecciones de 2023. Pero no somos como ellos. Nosotros simplemente le pedimos a los grupos que nos digan en qué posición están y si mantienen intacto el apoyo a un Gobierno podrido por la corrupción», señaló el portavoz del PP en la Cámara Baja.

En ese momento, media mañana del día de hoy, el PP tenía ya sobre su mesa la negativa de casi todos los socios de Sánchez a entablar, siquiera, conversaciones. Solo el PNV le había mostrado su disposición a reunirse, por «cortesía parlamentaria», pero las palabras del portavoz popular en la sala de prensa dinamitaron el encuentro.

«Vista la rapidez con la que el PP ha acudido a los medios, no parece que quiera escuchar nada de otros grupos parlamentarios», apuntaron fuentes de la formación nacionalista. «Tellado ha optado por hablar con los medios antes que con el PNV y lo ha hecho para lanzar ataques y acusaciones al mismo tiempo que decía querer hablar con nosotros», ahondaron los nacionalistas, que hace tiempo que vieron cómo los puentes con el PP se dinamitaron y que ni siquiera la llegada de su nueva portavoz, Maribel Vaquero, ha conseguido cambiar la situación.

Menos tacto aún que Junts y PNV tuvieron el resto de las formaciones parlamentarias que sustentan a Sánchez, que directamente descartaron entablar cualquier conversación con el PP. Fuentes de la dirección de ERC apuntaron este martes a ABC que el llamamiento de Feijóo no iba con ellos. «No nos sentimos interpelados. Tampoco creemos que vaya por el BNG y Bildu. Entendemos que va para otros que son más dúctiles y que dicen que pueden pactar con todo el mundo», señalaron, en clara referencia a Junts y el PNV.

Fuentes de este partido en el Congreso confirmaron que Gabriel Rufián, portavoz de ERC en la Cámara Baja, trasladó a Tellado que en realidad hay poco que hablar: «Con todos los respetos, le hemos dicho que pensamos en privado lo que públicamente siempre hemos dicho. Si esto escala, debe ser la gente quien decida el futuro del país, y no un partido que ha tenido, tiene y tendrá casos de corrupción, vía una supuesta moción de censura por una supuesta higiene democrática que no ejercen, y Ayuso, Aldama y Mazón son algunos ejemplos», apuntaron, reseñando también que la presencia de Vox en la ecuación hacía la moción inviable.

En cuanto a Podemos, cuyos cuatro diputados podrían servir al PPpara alcanzar la mayoría necesaria para armar una moción de censura, la respuesta fue similar que la del resto de socios de la izquierda. «No tenemos nada que hablar con el partido podrido, con el partido más corrupto de Europa. Podemos está para que la gente no tenga que elegir entre corrupción y rearme y corrupción y rearme», en referencia a la situación de PPy PSOE.

Fuentes del PP confirmaron que en sus planes no estaba hablar con Bildu, formación que sitúan fuera de ningún acuerdo, y que tampoco entablarían contacto con Sumar, al entender que son parte del Gobierno y que si quisieran dejar caer a Sánchez podrían hacerlo.

Constatada la negativa de todos los socios, en Génova había cierta satisfacción, pues entienden que podrán utilizar toda esta munición para retratar a los socios cuando Sánchez comparezca la semana que viene para hablar de la corrupción.