Las hijas de El Drones revelan que se reunieron con el sobrino de Tito Berni y el entonces director de Sanidad
Declaran como imputadas por cohecho y falsedad que el mediador les estafó 50.000 euros
Taishet Fuentes, exdirector general de Ganadería en Canarias
Las hermanas Marta Isabel y Aranxa Suárez Cueva, que administran las empresas de fabricación de drones que su padre, el investigado José Suárez Esteve -'el Drones'-, quería expandir en Canarias, han declarado este miércoles ante la juez que investiga el caso Tito Berni como investigadas ... por delitos de cohecho y falsedad. A preguntas exclusivamente de su defensa, han negado tener nada que ver con los hechos.
Según informan a ABC en fuentes jurídicas, han revelado que mantuvieron una reunión con el que era director General de Ganadería, Tahiset Fuentes, y el entonces director general del Servicio Canario de Salud, Conrado Domínguez, para proponerle un proyecto de utilidad de los drones que fabricaban. Se trataba de transportar medicamentos entre las islas y, conforme han señalado, ya lo habían presentado ante la Universidad de Valencia, que lo calificó como viable.
Ambas han subrayado que el mediador, Antonio Navarro Tacoronte, les estafó cerca de 50.000 euros bajo pretexto de apoyar la expansión de la empresa en Canarias y han reconocido que las gestiones para abrir una sucursal de su sociedad en las Islas las estaba realizando Asesoría Tetir, la gestoría del exdiputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo, Tito Berni.
Aunque es José Suárez Esteve quien está investigado desde el inicio en la causa bajo sospecha de pagar mordidas a través del mediador para abrirse vía en la puesta en marcha del negocio, las dos hijas acabaron investigadas porque son las que figuran sobre el papel al frente de la empresa de drones que él representaba.
Una de ellas, además, aparece retratada en el sumario en una reunión en la Dirección General de Ganadería con su padre y Taishet Fuentes y fue quien proporcionó la tarjeta de crédito para el viaje de un tercero que el mediador les impuso sufragar, de acuerdo a las fotografías que envió al Mediador. También recibió las coordenadas de la cuenta en la que debía hacerle una transferencia de 6.000 euros para la gestoría del exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo a una cuenta que resultó ser de un supuesto testaferro.
Conrado Domínguez
En cuanto a Conrado Domínguez, no ha sido llamado como imputado en el caso Mediador, como sí lo está en otra causa que se sigue en Canarias por presuntos delitos de prevaricación y malversación en la compra de material sanitario para la pandemia, razón por la que a finales del año pasado tuvo que dimitir.
Su nombre, no obstante, suena desde el inicio de la investigación, pues ya el propio Navarro Tacoronte señaló que «el de Sanidad es el salvoconducto cuando rompe relaciones con Taishet porque se vuelve avaricioso».
En las conversaciones intervenidas entre el mediador y el exdiputado Juan Bernardo Fuentes Curbelo se llegó a hablar de un acuerdo de «tres millones y pico de euros» con el Servicio Canario de Salud (SCS) para llevar a cabo el proyecto de utilidad de drones para transportar material sanitario entre las islas. «Coño, le atendió Conrado», zanja Antonio Navarro Tacoronte.
Figura además un intercambio de mensajes, como reveló ABC, en el que el mediador recurre a Conrado Domínguez para intentar «dar una respuesta satisfactoria» a quien ya había pagado comisión. Se trata de Alberto Montesdeoca, quesero local e investigado igualmente, que quería librarse de la sanción que le había impuesto la administración. «Que lo recurra bien justificando y le echamos una mano», contestó el entonces Consejero de Sanidad de Canarias al mediador.
Hay otros tres pantallazos más en los informes policiales que revelan una relación mayor. «Si alguien puede resolver esta situación tengo muy claro que es usted y estoy dispuesto a pagar lo que hay que pagar para evitar esta injusticia», le dijo sobre el quesero. Y el entonces director General contestó: «Olvídate, yo me encargo». Navarro volverá a la carga –«te lo estoy pidiendo con lágrimas en los ojos»– y ahí, zanja él: «Tú empuja para que no me dejen con el culo al aire con las facturas y yo me encargo del resto». «Gracias, Conrado, de verdad», añade.