EE.UU. desvela una nueva red de injerencia rusa con presencia en Cataluña

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ABC

Un informe la diplomacia estadounidense ha destapado una nueva red de injerencias rusa, pero no es la primera vez

El documento, elaborado con informes clasificados estadounidenses, revela que el «Gobierno ruso financia en la actualidad con considerables recursos una campaña de desinformación» en español, con la finalidad de «blanquear sus esfuerzos de propaganda y desinformación» a través medios aparentemente locales o independientes «con el propósito de socavar el apoyo a Ucrania y propagar una mentalidad contra EE.UU. y la OTAN». Fuentes conocedoras de ese artículo dicen a ABC que esa red también tiene como objetivo España y otros países europeos.

Un avance de este informe fue desclasificado en noviembre. Este diario tuvo acceso recientemente información adicional de esos hallazgos, sobre todo el enlace de esa red con Cataluña y sus finanzas. La campaña de injerencias rusa en Cataluña durante el referéndum ilegal de independencia de 2017 se hizo eminentemente por medio de los portales estatales RT y Sputnik. Estos han sido sancionados por difundir propaganda durante la invasión rusa de Crimea iniciada en 2022.

Ahora, el régimen ruso opera de forma diferente, con campañas diseñadas por entidades rusas opacas, con contenido difundido por medios que en apariencia son pequeños e independientes. Según el departamento de Estado, «las operaciones de la red se realizan principalmente en forma coordinada con los medios de comunicación en español Pressenza y El Ciudadano».

El primero de estos dos medios se presenta como una agencia internacional de noticias originada en Italia en 2009 y que desde 2014 tiene su sede jurídica en Ecuador. Publica en ocho idiomas, entre ellos español y catalán. Y entre sus editores cuenta con una persona en Madrid, cinco en Barcelona y dos en Valencia. Al menos diez personas que trabajan en España tienen direcciones de correo oficiales de 'pressenza.com', lo que demuestra una afiliación oficial al medio.

Por su parte, Pressenza, cuyo modelo de negocio y financiación es privado, responde en un comunicado: «No mantenemos ningún contacto orgánico con el Gobierno de Rusia ni con ninguna de las dependencias señaladas en el comunicado» y «Pressenza, a fin de mantener un periodismo independiente, es una agencia que se financia a través de pequeños aportes individuales y se sostiene gracias al trabajo generoso y voluntario de cientos de periodistas y colaboradores que defienden la necesidad de expandir un periodismo de paz y no violencia».

Según los hallazgos de ese informe oficial norteamericano, el cometido de Pressenza es el lavado de propaganda para hacerla parecer información real y veraz al ser distribuida por medio de redes sociales.

Abundantes titulares publicados por Pressenza son favorables al proceso independentista, del tipo: «Masiva manifestación en Cataluña contra las injustas leyes españolas». Y otros como: «La España ultranacionalista, salida de la dictadura franquista, no acepta las propuestas de este movimiento político legítimo y piensa que todo es posible para mantener la unidad de España». La publicación de opiniones disfrazadas de información se remonta hasta los referendos de 2014 y 2017: «Cataluña, ejemplo para el mundo de altura democrática y soberanía popular».

El informe norteamericano apunta a una red que emana de tres entidades rusas: la Agencia de Diseño Social, el Instituto para el Desarrollo de Internet y Structura que «colaboraron para desarrollar una campaña de manipulación de información» centrada en Iberoamérica y con ramificaciones en España. Dice el informe que «tiene como objetivo promover los intereses estratégicos de Rusia en la región a expensas de otros países a través de la captación manifiesta y disimulada de medios e influenciadores locales para diseminar desinformación y propaganda».

Los funcionarios estadounidenses se refieren a los medios que diseminan esa propaganda como «influencia por contratación». Se refieren a la venta de una vía para difundir en canales sociales propaganda que emana del propio régimen ruso y su entorno.

«Moscú siembra historias originales o amplifica discursos populares o divisivos ya existentes sirviéndose de una red de actores de influencia de medios estatales, fachadas y de redes sociales, para luego intensificar ese contenido y penetrar incluso más en el entorno de información occidental. Estas actividades pueden incluir la difusión de contenidos falsos y la amplificación de información que se percibe como beneficiosa para las teorías de conspiración o los esfuerzos de influencia rusos», afirma el informe.

En el referéndum de 2017, tanto la inteligencia española como europea detectaron una campaña similar que pasaba por tratar de agravar la crisis secesionista para debilitar al Estado español. El propio Vladimir Putin se refirió a los problemas de institucionalidad en España durante un discurso en el Foro Valdai en noviembre de 2017.

El informe apunta a una posible financiación rusa, pero no revela las vías por las que esta se produce. Sí menciona a varias personas implicadas: Ilya Gambashidze, director de la Agencia de Diseño Social; Andrey Perla, implicado en el proyecto: el director ejecutivo de Structura, Nikolay Tupikin, y el periodista proKremlin Oleg Yasinskiy.

Este periodista ucraniano tiene numerosos artículos publicados en Pressenza defendiendo al Kremlin, a la Rusia soviética, al castrismo en Cuba, al chavismo en Venezuela y a la guerrilla de las FARC en Colombia. Entre sus causas están la liberación de Julian Assange, acusado por EE.UU. de ser parte de un entramado de espionaje ruso, y la defensa de Vladímir Lenin y su supuesto feminismo, entre otros.

Según el informe, «Yasinskiy mantiene y utiliza una amplia red de periodistas y medios de comunicación de habla hispana y portuguesa para propagar mensajes prorrusos sin comprometer sus esfuerzos orientados a que se asimile de manera más natural el contenido en los medios latinoamericano». «Mientras que las operaciones de la red se realizan principalmente en forma coordinada con los medios de comunicación en español Pressenza y El Ciudadano, se encuentra disponible una red más amplia de recursos mediáticos para que el grupo amplifique aún más la información», añade.

Según datos estadounidenses a los que ha tenido acceso ABC, en 2022 el Instituto para el Desarrollo de Internet respaldó aproximadamente cien programas de injerencias relacionados con varios aspectos de la invasión de Rusia en Ucrania y gastaron más de 30.000 millones de rublos (el equivalente a 30 millones de euros) en ello.

En el último ejercicio planean gastar 20.000 millones de rublos para apoyar proyectos relacionados con la guerra de Rusia contra Ucrania, que EE.UU. cree que involucra específicamente operaciones de desinformación dirigidas a América Latina, Europa y otros lugares, según las mismas fuentes.