La directora del CNIO descarga en sus superiores todas las posibles irregularidades en la gestión del centro

Las dudas acerca de su gestión al frente del CNIO, el mayor centro de investigación del cáncer en España, saltaron después de las informaciones publicadas por ABC relativas a la compra de obras de arte por cerca de un millón de euros o el cobro por parte de la propia Blasco de un «sobresueldo» de 90.000 euros en tres años.

Todo, en medio de la delicada situación presupuestaria del CNIO, que acusa desde hace años la falta de financiación y un importante déficit, tal y como denunció su directora: «Nuestro presupuesto no ha aumentado desde 2014 y ha habido un proceso de estabilización de contratos, que es lo que causa este déficit».

En una entrevista en el programa Herrera en Cope y pese a reconocer las dificultades por las que atraviesa el CNIO, Blasco se ha limitado a aclarar sus funciones como directora científica; es decir, al frente de la «estrategia científica del centro», y despejó en el patronato la responsabilidad última en el resto de las actividades que desarrolla. «No tengo poder de firma. No tengo poder de contratación. No firmo ni un solo contrato del CNIO», reiteró. se encarga el director gerente, Juan Arroyo.

Sin embargo, Blasco fue quien creó y desarrolló CNIO Arte, un programa con el que el centro investigador gastó 877.787 euros en la compra de obras de arte y en la contratación de al menos dos personas. En el marco de ese proyecto se destinó, además, 20.000 euros en itinerar las obras en múltiples viajes por todo el mundo, en destinos como Washington, Nueva York, Chicago, Mozambique o el Ártico. Con todo, la directora científica defendió que el programa «está pensado para atraer fondos» y que repercutió en «importantes donaciones» para el CNIO por valor, según cifró, de más de 700.000 euros.

«Los gastos de CNIO Arte están regulados por convenios y contratos, revisados por la Abogacía del Estado y aprobados por nuestro patronato. Yo no tengo las competencias de poder de firma. Yo, simplemente, represento al CNIO en estas iniciativas que han traído donaciones al centro, que hemos podido contratar a ocho investigadores y que dan una visión en la sociedad. Si se considera que no es útil, que lo decida nuestro patronato», zanjó Blasco sobre el proyecto, puesto en marcha por ella y que el pasado mes de diciembre suspendió el patronato.

No menos revuelo ha provocado el salario público de la responsable científica del centro. Durante tres años, Blasco cobró de forma irregular 90.000 euros más, según la información que aparece en la Auditoría de Cuentas Anuales que la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) realizó al organismo público en 2019.

Sobre este extremo, la directora del CNIO no terminó de aclarar qué ocurrió con esos 'sobresueldos' que cobró durante tres años, y se limitó a señalar que «entiende» que no se produjo ningún tipo de irregularidad. «Mi sueldo me lo paga el patronato, el Ministerio [de Ciencia, Innovación y Universidades]. Es el sueldo que se aprobó según mi contrato. Entiendo que no tengo ningún sobresueldo», explicó.

Sí detalló que su salario consta de una parte fija y otra variable «en función de la consecución de objetivos» y que, en cualquier caso, como reiteró en durante toda la entrevista, «es algo que determina el patronato». También insistió en calificar de «desinformación» las noticias publicadas en distintos medios sobre las posibles irregularidades del CNIO, al tiempo que instó a parar la presunta «campaña de ataques» que sufre ella y el centro, aunque sin mencionar de dónde parte. «He pedido una auditoría extensa por un organismo independiente para que se pueda auditar y arrojar luz», concluyó.