El cura de Don Benito detenido y su pareja recibieron un paquete de mefedrona de Alemania

El sacerdote ha sido puesto en libertad y su compañero enviado a prisión

La Guardia Civil comprobó que vendían al por menor la droga, muy popular en ambientes homosexuales

Detenido un cura en Alicante por hurtar una silla de ruedas y ponerla a la venta en Wallapop

El detenido entra en los juzgados de Don Benito Estrella Domeque (HOY)

La Guardia Civil irrumpió ayer en una casa parroquial de Don Benito (Badajoz) y arrestó a Alfonso Raúl M., el sacerdote de la parroquia de San Sebastián, y a su pareja sentimental, Eduardo, de 37 años, por tráfico de sustancias ilegales, entre ellas potenciadores sexuales de distinto tipo. La pareja había recibido presuntamente un envío procedente de Alemania de mefedrona, mefe, una sustancia con efectos anfetamínicos y estimulantes, muy popular en ambientes homosexuales por sus efectos afrodisiacos, según confirmaron a ABC fuentes de la investigación. El cura ha sido puesto en libertad este martes y su pareja enviada a prisión.

Los agentes llevaban semanas investigando a la pareja tras recibir una denuncia sobre ese aparente tráfico de drogas, formulada por uno de los clientes. Las investigaciones apuntan a que el sacerdote y su supuesto novio estaban vendiendo la sustancia al por menor.

Durante el registro de la casa se encontraron numerosas sustancias estimulantes y otros indicios que recopilaron los investigadores. Los detenidos fueron trasladados al cuartel y esta mañana han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Don Benito, encargado de las pesquisas.

Según las manifestaciones tomadas por los agentes, el vecindario de la parroquia sospechaba de que el cura estaba llevando a cabo actividades ilegales, dado el continuo trasiego de personas a cualquier hora que acudían a la vivienda supuestamente en busca de sustancias.

Alfonso Raúl M. es natural de Miajadas y se formó en el seminario de Plasencia. Fue trasladado a Don Benito hace cinco años tras ejercer su ministerio en la zona de Béjar, donde los vecinos llegaron a recoger firmas para que no lo trasladaran y escribieron incluso al Obispado. Tanto en una zona como en otra aseguran que era muy querido. Le definen como un sacerdote «cercano y prudente».

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