«Arranca la semana y los incívicos siguen con su machacona costumbre de consumar vertidos de escombros y enseres en parajes naturales, caminos y vías públicas», han señalado en un comunicado, para poner de relieve que no se trata de un episodio aislado, sino una práctica demasiado recurrente.
No obstante, en esta ocasión, sí va a tener consecuencias para el infractor. «Pero algunos (no todos) se topan con el no menor e insistente empeño de la Policía Local de El Campello de identificarlos, abrirles expediente y sancionarlos», han indicado.
«Y ya se sabe que cuando una acción personal te afecta al bolsillo, lo mejor es cambiar de costumbre para evitar multas», han lanzado, como advertencia para disuadir a otros de ensuciar el entorno natural de esta manera.
En este caso, el vertido se localizó en la calle Els Ports y había por el suelo ventanales, tuberías, muebles y restos de obra. Al haber averiguado quién lo hizo, en los próximos días recibirá la comunicación para hacer frente al pago de esa multa de entre 300 y 600 euros.
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