Un hombre agrede a cuatro frailes en el ataque a un monasterio de Valencia
El agresor, que no ha sido detenido, ha irrumpido en el convento de Gilet a primera hora de este sábado y ha atacado brutalmente a los religiosos
La autopsia de la mujer hallada muerta en Baiona atribuye la causa a los golpes en la cabeza
VALENCIA
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Iniciar sesiónLa Guardia Civil busca a un hombre de mediana edad tras agredir a cuatro frailes en el Monasterio de Santo Espíritu del Monte, en la localidad valenciana de Gilet. El herido más grave, de 76 años, presentaba un traumatismo craneoencefálico por los golpes recibidos ... durante el ataque. Se encuentra ingresado en el Hospital Clínico de Valencia tras ser atendido por médicos del SAMU, pese a que en un primer momento la Benemérita habían informado de su fallecimiento.
Los hechos se han producido este sábado, alrededor de las diez de la mañana, cuando el agresor ha saltado la valla del recinto, en el que viven siete religiosos, con una barra metálica para quitarles la vida. Después, ha huido sin que haya podido ser identificado ni detenido todavía.
Los otros tres heridos, de 57, 66 y 95 años, han sido trasladados al hospital de Sagunto, por traumatismos o contusiones de diversa gravedad, en unidades de Soporte Vital Básico, según confirman desde el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU). No se teme por la vida de ellos, según apuntan a ABC fuentes de la Casa Provincial de los Franciscanos en Madrid.
En un comunicado, el provincial de los franciscanos de la Inmaculada Concepción, Fray Joaquín Zurera Ribó, ha explicado que «una persona perturbada» ha entrado en el convento y «ha ido agrediendo a los hermanos que estaban en su habitación, con la intención -según le escucharon- de matar a los frailes».
«A excepción de fray Antonio Ivars Solbes, que estaba en la huerta y fray Federico Allara Aragó, que estaba en la capellanía celebrando misa, el resto de los hermanos han sido agredidos de forma violenta», relata.
«Condenamos sin paliativos esta agresión y nos unimos al sufrimiento de nuestros hermanos, con las lesiones en el cuerpo y el dolor en el alma por lo vivido, que, sin duda, deja profunda huella en las personas. Pedimos también por el agresor para que sea consciente del daño y sea capaz de rectificar un comportamiento para nada propio de la condición humana», indica el escrito del provincial.
«Este acontecimiento también nos está pidiendo a todos los hermanos estar más atentos para evitar que puedan entrar en nuestras fraternidades personas que puedan ocasionar daños de cualquier tipo, y así saber cuidarnos mutuamente», zanja.
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