El enredo judicial del crimen sin resolver de la viuda de la CAM: un asesino sigue en libertad
El Constitucional zanja el controvertido caso sin pruebas y quedan por aclarar todas las dudas de una muerte entre tensiones familiares que llegaron a los tribunales
Alicante
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Iniciar sesiónEl desenlace judicial del caso del asesinato de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, ha dejado un crimen sin resolver y un culpable libre (o más de uno), sin ... perspectivas de que ya nunca se resuelvan tantos misterios.
Si ya resultaba poco frecuente un crimen a plena luz del día, en el lavadero de coches de un concesionario y dentro del horario laboral, o que un hijo de la víctima ejerciera la acusación particular contra un cuñado suyo convencido de que la mató él, ahora el asunto queda zanjado en falso tras un enredo legal atípico y sentencias divergentes del Tribunal Constitucional y el Supremo.
Toda una década de giros de guión propios de una novela o película de suspense con múltiples elementos de intriga, pero ninguna prueba concluyente, con el trasfondo de una fortuna familiar sustentada en un emporio empresarial que genera unos 300 millones de euros al año en España y varios países latinoamericanos.
La investigación policial puso el foco en ese posible móvil económico y apuntó a las disputas por el control de los negocios, a raíz de que el hijo primogénito se hacía con la 'acción de oro' por deseo de la madre, lo que apartaba a sus tres hijas o las dejaba en un segundo plano con muchos menos ingresos. Esos celos y envidias se respiraban en las siguientes generaciones de la saga, como evidenció el mensaje que difundió un nieto de la víctima en redes sociales con una foto y las palabras 'jaque mate' unas horas después del asesinato en diciembre de 2016, primer indicio que motivó el pinchazo de los teléfonos en el entorno más familiar más cercano y destapó ese clima de máxima tensión.
El padre de este incauto internauta, yerno de la asesinada y regente del concesionario de coches donde se cometió el asesinato, se convirtió en el único sospechoso, si bien tal como ha quedado patente a lo largo de todo el proceso judicial, se podía concluir por igual que encajaba como posible verdugo y al mismo tiempo cuadraba su inocencia.
Claves de la investigación
Varios detalles han resultado cruciales, pero se podían interpretar a favor o en contra de Miguel López con igual verosimilitud, lo que también debió influir en bandazo que dio el jurado popular en su veredicto, primero de culpabilidad y luego absolutorio, en 2019.
-Hora exacta de la muerte. A pesar de la precisión de la ciencia con los medios actuales, se aportaron informes forenses que se contradicen acerca del momento en que aquella anciana de 72 años de edad recibió dos disparos a bocajarro en la cabeza sentada en su coche Porsche Cayenne dentro del lavadero cuando fue a recogerlo. Mientras unos médicos sostuvieron que fue una agonía lenta de hasta tres cuartos de hora, otros señalaban que sucumbió en pocos minutos.
-El sospechoso fue captado por cámaras de vídeo al volante. Ese tiempo que tardó en perder sus últimos alientos de vida María del Carmen Martínez situaba o no a su yerno en el escenario del crimen, porque las cámaras de tráfico le captaron conduciendo cuando salía de la ciudad. De ahí que la discrepancia entre forenses no avalara ni invalidara su coartada.
-Armas en casa, una chapuza del matarife. En el domicilio del investigado había cinco armas, -es aficionado al tiro olímpico- aunque ninguna coincidía con el calibre de la utilizada para la ejecución de la víctima, que nunca se encontró: una pistola de principios del siglo XX en la que las balas habían sido limadas para reducir su tamaño. Una auténtica chapuza que hacía descartar a los investigadores la hipótesis de la implicación de un profesional y que también nutrió la idea de que el sospechoso hubiera podido ocuparse de esa labor de artesanía, por su cualificación profesional del ramo metalúrgico.
-Un desconocido en las inmediaciones. Aunque se descartó desde el inicio de las pesquisas como pista, se vio en las inmediaciones del concesionario a un desconocido que no se pudo identificar. La estructura empresarial de los Sala al otro lado del Atlántico daba pie a pensar en que alguien hubiera enviado a un sicario para la ejecución de la máxima directiva de la compañía por un conflicto interno.
-Los titubeos del jurado. Todas esas circunstancias ambiguas y ninguna concluyente tuvieron su reflejo en el veredicto del tribunal popular sobre el único acusado, Miguel López. Inicialmente, le declararon culpable, pero la juez devolvió esa conclusión e instó a motivarla, lo que terminó con un fallo en sentido contrario, de no culpabilidad.
La acusación particular ejercida por Vicente Sala, el hijo primogénito, recurrió contra la forma en que se desarrolló ese procedimiento y porque no quedó acta de la reunión entre la magistrada-presidenta del tribunal y las partes. Aunque el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana había confirmado la sentencia, posteriormente el Tribunal Supremo obligó en 2022 a repetir el juicio, que ha llegado a tener nueva fecha un año después.
No obstante, esta misma semana el Tribunal Constitucional ha confirmado la absolución y determinado que no se vuelva a enjuiciar al único sospechoso, que llegó a estar en prisión preventiva en espera del juicio. Entre los argumentos jurídicos, el desenlace definitivo contra el que ya no caben más recursos se sustenta en que los abogados de la acusación particular no alegaron en aquella reunión entre la juez y las partes, sólo mostraron su disconformidad con el proceder. Por eso, ahora se ha estimado que había «indefensión» del acusado si se le volvía a sentar en el banquillo.
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