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Política

La pinza entre PP y Podemos atenaza al Gobierno valenciano

Ambas formaciones llegan a acuerdos en cuestiones como Educación o Presupuestos en contra del Consell

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, junto a la vicepresidenta, Mónica Oltra ROBER SOLSONA
Rosana B. Crespo

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Las relaciones políticas, como las personales, crean extrañas parejas de baile hasta hace un tiempo inesperadas. Un hecho que se está produciendo en las Cortes Valencianas entre dos partidos opuestos ideológicamente: PP y Podemos . El objetivo común es controlar determinadas políticas del Gobierno autonómico –conformado por PSPV y Compromís–, para lo cual no han dudado en aliarse en cuestiones como Educación o Presupuestos.

El caso de la formación morada tiene, sobre todo, justificación en el contexto. Para conformar un Ejecutivo de izquierdas en 2015, firmaron un acuerdo –el Pacto del Botánico– en el que se mantenían fuera de la Generalitat, pero, a cambio de su apoyo para investir a Ximo Puig como presidente, suscribían una serie de políticas junto a los socialistas y la coalición con la advertencia de vigilar su cumplimiento cual árbitro desde la distancia.

Más adelante se produjo un intento de que Podemos entrara en el Gobierno, pero finalmente lo rechazaron –no sin discrepancias internas– y optaron por endurecer su discurso. La actitud se ha convertido en más agresiva desde la vuelta del verano, sobrepasado el ecuador de la legislatura y quedando año y medio para los comicios autonómicos. Podemos, ya en modo preelectoral, marca distancia de sus socios en busca de espacio propio, máxime cuando todavía no está claro en absoluto que se pudiera reeditar una entente con Compromís como la de las generales (especialmente por la oposición del Bloc).

La líder del PPCV, Isabel Bonig, durante una de sus últimas intervenciones en las Cortes Valencianas ROBER SOLSONA

La estrategia pasa ahora por visibilizar esa presión, como evidencia su líder en la Comunidad Valenciana, Antonio Estañ, en las últimas intervenciones. Un camino en el que, paradójicamente, ha encontrado convergencia con el PP de Isabel Bonig a diferencia de lo que ocurre a nivel nacional.

Acercamientos

El primer episodio tuvo lugar hace dos semanas, cuando el Consell tenía que sacar adelante la ley de Acompañamiento, clave para la tramitación de los Presupuestos de 2018. Resultaba necesario conseguir que se rechazaran las enmiendas a la totalidad presentadas por PP y Ciudadanos, algo que se mantuvo en el aire debido a que Podemos anunció que se iba abstener y, por tanto, la norma podía acabar siendo devuelta al Ejecutivo autonómico. La causa era su disgusto por que los socialistas no quisieran sentarse a debatir la implantación de una tasa turística en la Comunidad Valenciana el próximo año. Finalmente, la votación era salvada por los cuatro diputados no adscritos que abandonaron Ciudadanos hace unos meses.

Días después, llegaba un consenso con el PP en la redacción de una moción que matizaba el Plan de construcción y mejora de centros escolares (conocido como Plan Edificant ) impulsado por PSPV y Compromís. La Cámara acababa aprobando por unanimidad esta iniciativa en la que se insta a la Generalitat a hacerse cargo de la supresión de los barracones si los Ayuntamientos no son capaces de asumirla.

El último acercamiento se está produciendo con motivo de las enmiendas a los Presupuestos. Ambos se muestran contrarios a la ayuda de tres millones sin concurso público a la aerolínea Air Nostrum y piden que se otorgue mediante concurrencia competitiva. En el punto en el que difieren es en el destino de ese dinero , para lo que los populares admiten que está habiendo conversaciones con el objetivo de consensuarlo.

El líder de Podemos en la Comunidad Valenciana, Antonio Estañ MIKEL PONCE

El PP también busca apoyo en Podemos para retirar la subvención directa a la patronal de los empresarios CEV . Los morados indican que están «abiertos» a estudiar la propuesta y que no tendrían problema en dar su voto favorable «si el fin al que va destinado» ese dinero resulta «más adecuado». Aun así, advierten de que no colaborarán «en la lógica vengativa de la pataleta» si ese es el objetivo de la propuesta.

Entre las filas populares ha gustado especialmente la enmienda de los morados en la que piden recortar presupuesto a la Agencia Valenciana de la Innovación , un proyecto estrella de Ximo Puig para esta legislatura. Aunque el total que plantean es de restar 3,7 millones (1,3 de los cuales piden destinar a la Agencia de Cambio Climático), desde el grupo del PP dan casi por hecho que apoyarán los 2,4 millones que plantean dirigir a accesibilidad.

Pese a todo, el PP no puede volver

Los morados ejercerán presión hasta el final para que su apoyo a las, probablemente, últimas cuentas de un ejercicio completo no salga barato y que el Consell incluya sus propuestas clave (sobre todo en materia de Vivienda). Con mensajes, eso sí, de que en caso de que no se llegue a un acuerdo con PSPV y Compromís, el pacto de Gobierno «estaría en una situación en la que tendrá que darse algún tipo de replanteamiento».

Faltará por ver posteriormente cuánto duran Podemos y PP como compañeros de viaje, cuando realmente la causa principal de que no se llegue a producir una ruptura del tripartito es precisamente la posibilidad de que los populares vuelvan al poder.

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