Clausurada en Hellín (Albacete) una cárnica ilegal donde se elaboraban oreja, rabo y torreznos entre suciedad y óxido
El Seprona de la Guardia Civil y la Inspección de Sanidad descubren un local sin licencia ni condiciones higiénicas y con tres trabajadores sin contrato
Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Albacete han clausurado un establecimiento clandestino dedicado a la fabricación y elaboración de productos cárnicos en una nave industrial del término municipal de Hellín. El local carecía de licencia ... de actividad e incumplía gravemente las normas de salubridad alimentaria, lo que obligó a inmovilizar todos los productos para evitar su comercialización.
La actuación se desarrolló tras las investigaciones de la Patrulla de Protección de la Naturaleza (Paprona) de la Guardia Civil de Hellín, que tuvieron conocimiento de la posible elaboración y venta ilegal de productos cárnicos en el municipio. Ante esta situación, se organizó una inspección conjunta con técnicos de Salud Pública de la Delegación Provincial de Sanidad en Albacete.
En el interior del local fueron identificadas tres personas que realizaban labores de fabricación, elaboración y envasado de productos cárnicos -oreja, rabo y torreznos-, sin contrato laboral ni alta en la Seguridad Social.
La falta de higiene en las instalaciones suponía un graves riesgo sanitario para los consumidores
guardia civil
Durante la inspección, los agentes y técnicos detectaron «gran cantidad de suciedad en todo el recinto» y «numerosas deficiencias en todas las fases de elaboración de los productos». Entre ellas, la escasa salida de humos de la cocción, el almacenamiento de carne sobre superficies inadecuadas-metálicas con óxido, cartones o maderas- y la falta de higiene en la limpieza de los envases, todo ello con un evidente «riesgo sanitario».
Cierre cautelar e inmovilización de la carne
Ante las condiciones detectadas, el inspector de Salud Pública levantó acta de inspección y decretó el cierre cautelar del establecimiento. Además, se procedió a la inmovilización de la carne ya elaborada para evitar su distribución en establecimientos públicos, lo que habría supuesto «un grave perjuicio para la salud de los consumidores».
Además, han sido cerrados cuatro restaurantes que ofrecían la carne, que también se distribuía a domicilio
La Guardia Civil formuló varias denuncias administrativas: por incumplir la normativa de higiene de los productos alimenticios, por carecer de licencia de apertura y funcionamiento, y por mantener a trabajadores sin estar dados de alta en la Seguridad Social.
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