Choque en la Mesa del Congreso tras denunciar el PP que se le pretenda arrinconar en el Hemiciclo

Pero además, y ante la protesta de los populares, se ha concedido a esos grupos, de manera inédita, la posibilidad de tener hasta dos portavoces adjuntos, además del principal, lo que incrementa tanto su presencia en los órganos parlamentarios como el dinero que reciben. De lo tenso de la sesión, celebrada a primera hora de la tarde en el Palacio de las Cortes -la zona noble reservada a los miembros de la Mesa cuando no hay jornada de pleno- da cuenta el hecho de ni siquiera ha habido acuerdo para la ubicación de los diputados en el Hemiciclo.

El PP se siente arrinconado por una propuesta de Armengol que les obligaría a dispersar sus diputados y a compartir la bancada a la derecha de la presidencia con Vox, como hasta ahora, pese a tener los de Alberto Núñez Feijóo casi cincuenta diputados más que la pasada legislatura y los de Santiago Abascal una veintena menos.

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Fuentes del PP expresan de manera gráfica que «sabemos que cinco es más que cuatro, pero deberían saber también que 137 es más que 121», en referencia al equilibrio de fuerzas en la Mesa, en primer lugar, y a los escaños que ostentan, respectivamente, el PP y el PSOE. Ante el evidente desacuerdo, las dos partes han quedado en que habrá otra propuesta por parte de la Presidencia en la reunión ordinaria de la Mesa de la semana que viene.

Los populares quieren que Vox ocupe los escaños del 'quesito' central del plenario, el mismo que ocupó en las legislaturas XI y XII, entre 2016 y 2019 Ciudadanos, cuando la formación liberal, hoy fuera del Parlamento, tenía 40 y 32 escaños, un peso muy similar al que ostenta hoy Vox. Ocurre que eso obligaría a no ceder un lugar más preferente a ERC y Junts, partiendo de la base (que nadie discute) de que el PNV, con apenas cinco escaños, menos que Bildu, ERC y Junts, debe seguir ocupando la primera fila de ese 'quesito' central, justo detrás de la bancada azul del Gobierno.

Fuentes de la Presidencia del Congreso argumentan que se volverá a llevar otra propuesta, pero siempre con el espíritu, explican, de que haya «equidad» en la presencia de los grupos en el pleno. Los populares, en cambio, aducen que la imagen a primera vista del Hemiciclo debe reflejar lo que los ciudadanos votaron el pasado 23 de julio, y que la hegemonía en el espacio del centroderecha del PP debe tener una visualización en ese sentido.

Ni unos ni otros se atreven a verbalizar el conflicto que supondría desplazar a Vox al lugar central de las bancadas, el que está justo enfrente de la Presidencia, para que compartiesen escaño con los grupos nacionalistas e independentistas, como hacía, por ejemplo, la cúpula de Ciudadanos con los parlamentarios del PNV.

El principal acuerdo adoptado por la Mesa ha sido la constitución de los grupos parlamentarios. Serán ocho en total, más el Grupo Mixto, que será más reducido que la legislatura pasada ya que figurarán en él únicamente tres diputados, los de Unión del Pueblo Navarro (UPN), el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Coalición Canaria. El Grupo Popular y el Grupo Socialista, como es tradicional, serán los dos grupos principales del nuevo Congreso, y al tener ambos más de cien escaños tendrán derecho a un portavoz principal y cinco adjuntos. Los grupos entre 11 y 99 escaños, condición que solo ostentan Vox (33) y el denominado Plurinacional de Sumar (31), tendrán un portavoz y tres adjuntos y los de menos de 10, como ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6) y PNV (5), un portavoz principal y dos adjuntos, algo inédito y que ha recibido también las críticas de los populares, que trasladan que la izquierda trata de contentar a sus socios para una eventual investidura de Pedro Sánchez mediante las cuestiones «institucionales», explican, de la vida parlamentaria.