Retiran el lazo blanco de Torra de la sede de la Vicepresidencia de la Generalitat

Esta es la segunda consejería del gobierno catalán de la que se retiran los polémicos lazos que reivindican los dirigentes independentistas presos y fugados. A principios de semana, la consejería de Empresa y Conocimiento (en manos del PDECat) ya abrió la veda a la quita de lazos de los edificios oficiales. Ahora, es una consejería de ERC la que escenifica un nuevo paso que, de facto, cuestiona la estrategia de confrontación que exhibe Torra y su núcleo duro en el Govern. «Se ha quitado y ya está. La Junta Electoral ha hecho este requerimiento y a lo largo del día los otros departamentos irán quitando sus lazos», agregan desde el equipo de Aragonès.

La cuestión de los lazos lleva días tensando el seno del gobierno catalán, donde no hay unanimidad acerca de qué hacer con estos símbolos de carácter partidista. Mientras Torra parece obstinado a abrir un nuevo pulso con el Estado al calor de este conflicto simbólico, hay voces en el Govern partidarias de dar su brazo a torcer y obedecer las órdenes de la Junta Electoral Central (JEC), avaladas a su vez por el defensor del pueblo catalán (el Síndic de Greuges).

Más allá de si los lazos están siendo retirados por orden de los consejeros o por voluntad propia de quienes los colocaron, lo cierto es que los Mossos d'Esquadra tienen orden de proceder a su limpieza de los edificios públicos antes de las tres de la tarde. Según explica Efe, la Junta así lo ha ordenado a la policía catalana en un acuerdo que va acompañado de la advertencia de que si no se cumple, podría dar lugar a responsabilidades penales.

Así las cosas, la Junta pide al consejero de Interior del Govern que de «manera inmediata» dé instrucciones a los Mossos para que aparten de la vía pública tales símbolos, contrarios a la Ley en periodo electoral. Aparte de quitar las esteladas, los lazos, las pancartas o incluso «imágenes o expresiones» similares a otras usadas por formaciones que concurren a las elecciones, la JEC pide al consejero de Interior que vigile que tales símbolos no vuelvan a colocarse en fachadas de edificios públicos.