«Con la violencia no arreglarán nada», ha arrancado el diputado durante su intervención en un debate que, oficialmente, estaba centrado en una nueva norma de residuos. «Tampoco arreglaron nada con violencia el 1-O aquí en nuestra tierra» , ha añadido a continuación el también alcalde de les Borges del Camp (Tarragona). El burdo paralelismo de Calatayud ha recogido de inmediato algunos aplausos en la cámara, aunque también muchos diputados han expresado su sorpresa.
Las palabras del diputado han resumido de forma burda las afirmaciones más veladas que, solo unos minutos antes, había pronunciado la propia presidenta de la cámara catalana, la también posconvergente Laura Borràs . Justo al inicio del pleno, Borràs calificó de «pésima noticia» la intervención militar rusa , que ya se ha cobrado medio centenar de vidas, y ha reclamado a la UE una «acción decidida».
Después de esas palabras de tono neutro apelando a la diplomacia y la paz, Borràs ha tratado de dibujar también un sutil paralelismo entre la situación en Ucrania y las tesis independentistas. « Lamento que la violencia y la guerra continúen siendo consideradas un método de resolución de conflictos territoriales », ha lanzado la dirigente puigdemontista. «Este parlamento se ha posicionado reiteradamente a favor de la resolución pacífica de conflictos», ha zanjado.
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