Verdi, a la fresca

En el teatro los responsables del reparto alternativo al del estreno se llevaron auténticas ovaciones configurando un conjunto sólido a pesar de la poca química que hubo en escena. Esto se apreció sobre todo en la pareja protagonista, con una espléndida Tamara Lewis, concentrada en lo actoral y sacando adelante con magia un papel dificilísimo como es el de Leonora , pero sin complicidad junto a su Manrico, un Piero Pretti que, nervioso, iba a la suya con una voz adecuada, de tintes heroicos pero sin mucho cuerpo en el centro y en el grave; además, pobre, con el agudo de la «Pira» muy descolorido. Trabajo tuvieron sus compañeros en los números de conjunto para enrielarlo una y otra vez ante los desesperados esfuerzos de Daniele Callegari desde el podio.

La propuesta de Joan Anton Rechi conquista por la belleza plástica de las escenas , pero no en lo teatral debido a la acción que propone en segundo plano en diversas arias y escenas tirando del personaje que aquí se incorpora –un Goya soñador–, línea argumental que se difuma porque el público se concentra en las aria, no en lo que hace Inés por detrás o en las miraditas de Goya. Plásticamente la cosa funciona, ya que la pintura del creador aragonés, invitado de honor en este montaje, siempre gusta.

Completaron el reparto la eficaz Azucena de Marianne Cornetti, temperamental y entregada –siempre con el sobreagudo del dúo con Manrico emitido como la pille en el momento–, un entusiasta George Petean, dispuesto a darlo todo, y los correctísimos Ferrando de Marco Spotti e Inés de Maria Miró. El Coro del Liceu brilló como gran coprotagonista que es de esta ópera a pesar de algún desajuste con una inspirada Simfònica liceísta en manos de un teatral maestro Callegari.

Música: G. Verdi. Intérpretes: P. Pretti, T. Wilson, M. Cornetti, G. Petean, M. Spotti y otros. O. S. del Liceu. Dirección: D. Callegari. Dir. escena: J. A. Rechi. Lugar: Liceu, Barcelona. Fecha: 21-07-17