Una campaña electoral clave para Cataluña
Montilla pide confianza y Mas el voto del cambio
I. ANGUERA / M.J. CAÑIZARES
Los pactos poselectorales han marcado los primeros compases de la campaña oficial a unas elecciones autonómicas en las que prácticamente todo el mundo da por descontada la victoria de CiU y la clave está en ver si los nacionalistas alcanzan una mayoría suficiente para gobernar ... en solitario o con apoyos puntuales —por encima de los 60 diputados— o bien tienen que buscar una alianza estable. El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol fue quien lo explicó más plásticamente, al apelar al voto útil «para que Artur Mas no tenga que mendigar constantemente apoyos puntuales, fugaces, contradictorios y muy interesados».
Esa es la clave que explica también la insistencia de José Montilla en jurar y perjurar que no pactará con el PP en Cataluña —el primero de los cinco compromisos electorales con el que abrió la campaña en twitter—. Una promesa que tiene mucho más que ver con la denuncia de un hipotético pacto CiU-PP que con la posibilidad de que el PSC traslade a Cataluña la alianza forjada por socialistas y populares en el País Vasco para expulsar a los nacionalistas del poder. Casi nadie confía en un pacto de ese estilo, pero Montilla sabe, por contra, que la alianza con el PP catalán será el pacto más cómodo para Artur Mas tras las elecciones.
Pero también es más difícilmente explicable ante su electorado, apenas dos semanas después de que el PP haya recurrido ante el Tribunal Constitucional la prohibición de los toros, los reglamentos de usos lingüísticos del Ayuntamiento y la Diputación de Lleida, el reglamento de la ley de consumo y cine.
De hecho, no deja de ser una repetición del Pacto del Tinell firmado en 2003 por PSC, ERC e ICV por el que se conjuraban contra cualquiera que pactara con el PP en el Parlament o en las Cortes. Una vía para justificar la exclusión de CiU, ganadora en las urnas, del gobierno catalán, por sus apoyos al Gobierno de Aznar.
Montilla ha reclamado con insistencia que Mas aclare su política de pactos poselectorales, tras abrir su propia campaña con la renuncia a repetir el tripartito. «Pasamos página», anunció en el Liceu para intentar convencer a sus desmotivados votantes de que no se repetirá un tripartito condicionado por Esquerra e Iniciativa. Y esa idea se repitió ayer en sus cinco compromisos de campaña, que incluyen la defensa del Estatut y de las políticas sociales implementadas por su gobierno.
Acuerdos puntuales
El primer mensaje oficial de campaña de Artur Mas, redundó en el discurso que, durante estos días, ha dirigido insistentemente a su militancia: la necesidad de obtener un buen resultado que permita a CiU presidir un gobierno fuerte y en solitario, sin necesidad de buscar pactos con otros partidos, pues considera que el Ejecutivo tripartito ha demostrado la debilidad de ese tipo de experimentos. No obstante, Mas no cierra la puerta a pactos puntuales. Junto al propio Pujol y el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Duran Lleida, Artur Mas celebró el comienzo de la campaña en la plaza Cataluña de Barcelona, un nombre cargado de simbolismo para los nacionalistas. «No es el momento de decidir si se debe reforzar el PSOE o el PP en el Estado o si el 28 de noviembre nos jugamos si Cataluña es independiente o no. Lo único que nos jugamos es si Cataluña se va a hacer puñetas o no», dijo Duran.
Programa contundente
Convencidos de que un buen resultado que permita al PPC situarse como tercera fuerza en el Parlamento autonómico —algo no improbable, según las encuestas—, puede suponer un primer paso para recuperar el Gobierno español, los populares despliegan toda su artillería en esta campaña. Y junto a un programa contundente en materia lingüística o de inmigración —asuntos que pone contra las cuerdas a un PSC incómodo en este debate—, el PP pondrá a sus líderes nacionales a disposición de la candidata, Alicia Sánchez-Camacho, que anoche cumplimentó la tradicional pegada de carteles junto al presidente del partido, Mariano Rajoy, en el pabellón de la Illa Diagonal.
Rajoy se queda hoy en Cataluña, donde participará en dos mítines, uno en Cerdanyola del Vallès (Barcelona) y otro en Girona. Mañana sábado, hará lo propio en Vila-seca (Tarragona). La presencia en Cataluña del líder del PP no acaba aquí, pues los días 20 y 21 volverá para protagonizar sendos mítines en el área metropolitana de Barcelona. El día 25, el líder popular estará presente en el mitin central de campaña.
El republicano Joan Puigcercós abrió la campaña en Reus (Tarragona)con el referendo sobre la independencia como bandera electoral para frenar la fuga de votos hacia el Reagrupament de Joan Carretero y la Solidaritat de Joan Laporta. Y Joan Herrera, que también se estrena como candidato a la presidencia de la Generalitat, se lanzó a la arena con mensaje básico: vota a «ICV para evitar un gobierno de derechas» puesto que su formación es la única que se ha comprometido a no apoyar a CiU.
Albert Rivera, que rivaliza con el PP en la defensa del bilingüismo e intenta capitalizar sus esfuerzos por defender las corridas de toros en Cataluña, protagonizó una «pegada de carteles 2.0» consistente en que los usuarios de las redes sociales cuelguen en los muros de sus perfiles la foto del cartel de campaña «Rebélate y pon el cartel de C’s en tu Facebook».
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