Barcelona se pone las botas con el Gordo

A la lluvia de millones se han sumado también Mercabarna (el mercado de abastos de Barcelona), cuya administración de lotería ha repartido 135 millones de euros ; y la administración de la plaza Urquinaona de Barcelona, desde donde han salido otros 3 millones de euros. La cantidad incluso podría haber sido superior si la administración de Cerdanyola no hubiese devuelto 38 series del Gordo.

La suerte ha vuelto a ser caprichosa y, a pesar de que el grueso del Gordo se ha vendido en Cerdanyola del Vallés en una administración que había abierto sus puertas hace apenas tres meses, parte del premio se ha desplazado al Baix Llobregat, al bar Maldonado de la población de Pallejà. El propietario del bar había comprado 600 décimos, y la alegría no ha podido ser mayor al ver que esos 600 décimos se han convertido en 180 millones de euros. Normal que, nada más conocerse la noticia, Pallejà haya estallado en júbilo y el bar Maldonado haya decretado una festiva barra libre regada con cava. No era para menos, con tres cuartas partes del Gordo en el bolsillo por obra y gracia de un bar que, situado en el centro de la localidad barcelonesa, ha repartido millones y alegría principalmente entre los vecinos de la zona.

José Maldonado, propietario del establecimiento, se había quedado con uno de los números que había comprado, y la euforia no podía ser mayor: su familia, ha explicado a este diario, necesitaba el dinero, ya que todos sus cuñados están en el paro. Eso sí; todavía no tiene demasiado claro qué hara con los 300.000 euros que le han tocado. Maldonado también le regaló un décimo a María Ortega, amiga de la familia y cuidadora de una tía impedida del dueño del bar, quien explica que empleará parte del dinero en comprar su vivienda, que ha estado dos veces en subasta.

Miguel Vélez, otro vecino asiduo al bar, celebraba con sus amigos que le hayan tocado 300.000 euros, mientras a un par de calles del bar, otro establecimiento de idéntico nombre despachaba a los curiosos y periodistas con caras largas e indicaciones para llegar al que esta mañana ha sido el kilómetro cero de la alegría en Barcelona.

El tsunami de millones que ha barrido Pallejà ha sido especialmente bien recibido en una localidad muy golpeada por la crisis económica. La concejal de Cultura de la localidad, Mireia Sala, ha comentado que en el pueblo hacía muchos años que no había tocado ni un pellizco de un premio de la lotería, pero que ahora ha llegado en un momento del todo necesesario, con muchas familias del pueblo con todos sus miembros en el paro.

Quien más quien menos, todo el pueblo ha pescado algo. Junto al Bar Nuevo Maldonado, por ejemplo, está la tienda de fotografía Foto Álvarez. Su dueño, José Alvarez, que es a la vez padre del alcalde, Ismael Álvarez, se ha llevado 300.000 euros del premio, que invertirá por lo pronto y según dijo a este diario en invitar a toda su familia a una copiosa cena hoy mismo.

Frente al bar Maldonado se encuentera otro local, el Bar Extremadura, que pese a repartir otro número, que no resultó agraciado,sus dueños no dudaron en comprar lotería en la competencia. La propietaria, Esther, arañó 300.000 euros. "Lo primero que haré es retirar a mi madre, que lleva 40 años en el bar y hace poco le dio una embolia", dijo.

El Gordo que cayó sobre Pallejà esconde también una historia de fidelidad, en este caso de José Maldonado con su lotero de toda la vida. Éste administrador, Antonio Muñoz, vendía hasta hace tres meses en la Avenida de la Luz de Plaza Cataluña de Barcelona hasta que decidió mudarse a Cerdanyola. José Maldonado no quiso traicionarle y le siguió comprando. Su fidelidad, como se ha visto, ha sido generosamente recompensada.