Año y medio de cárcel para el ginecólogo Carlos Morín por once abortos ilegales de los 89 de que se le acusaba

Morín y su esposa, para quienes la Fiscalía pedía cerca de 300 años de cárcel, fueron absueltos en 2013 por la Audiencia de Barcelona al entender que los abortos que practicó en sus clínicas estaban amparados por los supuestos legales, pero el Tribunal Supremo (TS) obligó a repetir el juicio al estimar un recurso de la Fiscalía.

El tribunal ha absuelto al resto de procesados por los abortos ilegales, incluida la esposa de Morín, en una sentencia en la que concluye que el ginecólogo tenía «plena capacidad para decidir» y ordenar el cese de aquellos abortos que podían ser delictivos en sus clínicas. En su texto, la Audiencia considera que Morín «es autor mediato de los delitos cometidos por cuanto sabía que con la actividad diseñada y organizada por él (exclusivamente) en las clínicas se van a cometer abortos sin cumplir con los requisitos del primer suspuesto del artículo 417 bis».

Añade que el ginecólogo «sabía también que los actos ejecutivos de la acción penal iban a ser realizados por quienes actuarían bajo error de prohibición y, finalmente, y sobre todo, tenía plena capacidad para decidir y ejecutar , en cualquier momento, el cese de la actividad que daba lugar a la comisión de ilícitos penales».