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17-A, UN AÑO DESPUÉS

La Rambla tiene poder

Un año después del atentado, la arteria barcelonesa mantiene su esencia y recupera el pulso ciudadano

Una pareja se abraza frente al mosaico de Miró, en La Rambla, a la misma hora en la que, hace un año, se produjo el atentado Inés Baucells

Tatiana Rojas

Bulliciosa como siempre aunque ayer era un día especial, La Rambla despertó llena de vida, con sus turistas curioseando souvenirs, empleados vendiendo flores y entradas para museos, y terrazas abarrotadas de comensales. Más allá del mosaico de Joan Miró, epicentro de las ofrendas florales de homenaje a las víctimas del 17-A ... , en la zona cero de los atentados hubo ayer absoluta normalidad. De hecho, solo el diluvio que cayó al mediodía y que empapó los recuerdos y flores depositadas hizo enmudecer , solo durante unos minutos, a una avenida que por nada se detiene.

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