Deja morir a su pareja, diabética, y graba su agonía con el móvil

Fue en este contexto, en el que el acusado, Mariano Daniel V., la noche del 17 de junio del mismo año, dejó morir a la víctima, diabética, mientras la grabó con su móvil durante al menos cinco horas para simular que la estaba ayudando y procurarse una coartada. Estas filmaciones se han convertido en las principales pruebas en su contra, ya que constatan, a juicio del Ministerio Público, que el acusado no hizo nada para evitar que la víctima entrara en un coma hipoglucémico.

Este es el relato que la fiscal del caso, Teresa Yoldi, hace de aquellos hechos en un escrito de acusación al que ha tenido acceso ABC, y en el que pide para este individuo una pena de prisión permanente revisable, la misma que reclama la acusación particular, que ejerce el abogado Miquel Capuz.

La víctima se derrumbó. Dejó de ir a trabajar al bar que regentaba y se encerró en su casa, en Viladecans (Barcelona). Se despreocupó de su alimentación y de tratarse de la diabetes tipo 1 que sufría desde hacía tiempo. Su estado empeoró y acabó pidiéndole ayuda al acusado, respecto de quien mantenía una «ambivalencia emocional» y un «sentimiento de inferioridad», según la Fiscalía. Este se presentó en su casa y vio el estado en que se encontraba su pareja: continuos mareos, respiración dificultosa, sudores y problemas para hablar. No hizo nada.

Según la versión que mantienen tanto la Fiscalía como la acusación particular, Mariano Daniel V. se mostró «impasible» y evitó socorrerla. Ni siquiera le hizo un simple control de azúcar con el glucómetro, pese a que él también es diabético y tiene conocimientos sanitarios por su trabajo de protésico dental y algunos estudios iniciales más de odontología. Tampoco llamó a los servicios de emergencia y la víctima acabó falleciendo por un fallo multiorgánico, tal y como describe el escrito de acusación.

Mariano Daniel V. no solo había mostrado un conducta «de indiferencia y pasividad», según la Fiscalía, sino que procuró «satisfacer su instinto de perversidad consistente en producir a la víctima el mayor sufrimiento posible en su larga agonía». El acusado, sabiendo que su conducta podía ser investigada, y con el objetivo de procurarse una coartada, entre las 23.40 y las 3.40 horas la fue grabando en diferentes momentos con su teléfono móvil. Filmó quince fragmentos, «convenientemente seleccionados», según la Fiscalía, en los que se observa al acusado tratando de aparentar que le ayuda. Pero lo cierto es que, según las versiones de las acusaciones, no hizo nada para evitar la muerte de su pareja. Filmó el rostro y el cuerpo desnudo de la víctima, hasta que falleció.

La Fiscalía le acusa de un delito de asesinato por ensañamiento con el agravante de haberlo cometido sobre una persona especialmente vulnerable por su enfermedad. También le acusa de cuatro delitos de malos tratos, uno de maltrato habitual y uno más contra la intimidad. Por todos estos delitos, a la pena de prisión permanente revisable del asesinato el Ministerio Público suma otros once años de cárcel. El juicio, todavía sin fecha, se celebrará en la Audiencia de Barcelona, previsiblemente el próximo año. Mariano Daniel V. tendrá que sentarse ante un tribunal popular.