Barcelona pide civismo para frenar los conflictos vecinales y recoger los excrementos de animales

El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, reconoció esta misma semana que la Guardia Urbana todavía está recibiendo de media unas 1.865 llamadas que requieren intervención policial por ruidos, gritos o molestias vecinales. «Tenemos que hacer más soportable esta situación que no es cómoda para nadie», apeló. Aunque la cifra no preocupa así como tampoco los problemas (que no son graves, sino cuestiones ordinarias de convivencia), los cuerpos policiales temen que con el paso de los días el confinamiento se haga más duro y lleve a más conflictos de este tipo.

Este jueves Batlle ha insistido en pedir a los vecinos "paciencia y serenidad" y ha confiado en "que este fin de semana, como ha pasado entre semana, la gente se quede en casa". Durante una comparencia por vía telemática ha loado el buen comportamiento de la ciudadanía "en unas circunstancias que son difíciles, con una convivencia durante horas y horas que puede no ser agradable"

En este sentido, Batlle lamentó que a pesar de la bajada de la actividad en la calle de los últimos días, y por extraño que parezca, se han detectado problemáticas habituales en la ciudad como botellones o vandalismo en el Metro. También ha habido un ligero repunte de excrementos de mascotas no recogidos, por lo que se pidió más concienciación a los propietarios de perros.

Desde la activación de la alerta sanitaria y hasta este jueves, en Barcelona se han puesto 2.391 denuncias a ciudadanos además de 9.715 avisos por no seguir los protocolos de alarma. Con todo, fuentes municipales remarcan que no se ha tenido que detener a nadie por esto, a diferencia de lo que ha ocurrido en otras ciudades.

Igualmente, se han levantado 87 actas de inspección a establecimientos, además de 583 avisos, según los últimos datos municipales.